El líder socialista ha abierto esta mañana el comité federal del PSOE proponiendo recetas de Estado para Cataluña en las que ni siquiera hay consenso dentro de su propio partido. Alfredo Pérez Rubalcaba ha defendido incluir en la Constitución las señas de identidad para esta comunidad autónoma que tumbó el Tribunal Constitucional en 2010, orillando en público la división interna que castiga al PSC.

Los casi dos años que restan hasta las elecciones generales tienen parada obligatoria en las europeas de mayo y en las autonómicas y locales de 2015. El PSOE ha decidido recorrerlos dejando la crisis de la Corona y el problema de Cataluña fuera de una ofensiva electoral que hará gravitar sobre el desempleo y el recorte de derechos y libertades que atribuye al Gobierno.

"Cataluña se va... ¡De tu navegador! Consigue con un click no leer nunca más la palabra 'Cataluña' o 'independencia' cuando navegues con tu navegador Chrome", promete una extensión para el citado navegador, que reemplaza automáticamente en la web términos relacionados con Cataluña y el independentismo.

Si el único inconveniente que pone Mariano Rajoy para autorizar el referéndum soberanista en Cataluña es que hay que tener en cuenta la opinión de todos los españoles ¡hágase la consulta a nivel nacional! Esta es una de las recetas ofrecidas por Miguel Roca, uno de los ‘padres’ de la Constitución, para desbloquear un conflicto en el que aconseja aplicar los valores que primaron en la Transición.

Los votantes de los partidos representados en el pacto del jueves se inclinaron mayoritariamente por el sí a que Cataluña sea un Estado. Sin embargo, el porcentaje oscila considerablemente entre unas formaciones y otras: ERC (90,3%),  la CUP (86,1%) y CiU (71%) lideran ampliamente el voto afirmativo, mientras que ICV (53,1%) es la formación que más dudas alberga al respecto.

Oriol Junqueras (ERC) prepara junto a sus fieles un desfile por la senda soberanista que no le obligue a tener que presidir la Generalitat antes de tiempo gestionando una situación económica asfixiante que le lleve a perder en pocos meses el caudal político acumulado por los republicanos desde que enarbolaron con fuerza, hace dos años, la bandera de la independencia.

Ya hay fecha y pregunta para la consulta catalana, que por el momento no tiene la aprobación del Gobierno. La fecha será el 9 de noviembre de 2014, domingo. Las preguntas serán dos: primero si si quiere que Cataluña sea un Estado, y en caso afirmativo, si quiere que sea un Estado independiente. De esta forma, se incluye sin mencionarla la posibilidad de convertir España en un Estado federal. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha pactado la pregunta con ERC, ICV-EUiA y la CUP, ha lamentado de que el PSC a última hora se haya descabalgado del apoyo al derecho a decidir.

Chantaje… o simple herramienta de presión. La percepción dentro de CiU no es unánime, pero ERC le ha trasladado a Artur Mas que si antes de Nochebuena no pone fecha al referéndum, Cataluña se quedará sin presupuestos. Ante este ultimátum, los nacionalistas preparan ya en el Parlament una sesión solemne para el 20 de diciembre con el fin de fijar el calendario de la consulta soberanista.

El presidente del Gobierno mantiene con la mayoría de los barones territoriales de su partido hilo directo. En los últimos meses, casi todos ellos han mantenido encuentros reservados con él en La Moncloa y lo que le han trasladado sobre Cataluña encuentra un denominador común: cualquier cesión a esta comunidad autónoma que pudiera interpretarse en clave de agravio comparativo dañaría seriamente la cohesión interna en el PP.

TV3 tiene más empleados que la suma de las teles andaluza y vasca. La Generalitat destina 210 millones a su cadena pública para 2014. El Ejecutivo andaluz gastará 113 en Canal Sur. El Gobierno de Madrid presupuesta 80 para Telemadrid. En 2013, todas las comunidades han gastado 927,6 millones. La ley obliga a las autonomías a no tener déficit en sus canales.  

Según Germà Bel, político y catedrático de Economía Aplicada en la Universitat de Barcelona, tanto la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía, emitida el 28 de junio de 2010, como la crisis económica han precipitado el aumento del independentismo en Cataluña, además de la desconfianza mutua entre facciones políticas. Esta es la tesis de su más reciente ensayo, editado por Destino.