El presidente del Gobierno no lo va a tener fácil para negociar con Artur Mas un acuerdo fiscal con Cataluña que neutralice la pulsión soberanista. Los principales partidos de la oposición, conscientes del rosario electoral que se avecina, han empezado a jalear en el Parlamento las dificultades de financiación que atraviesan las comunidades más atrasadas e, incluso, a cuestionar la continuidad del Concierto Económico vasco.

Uno tras otro, los estudios de parte infravaloran los costes de la secesión y bosquejan una economía catalana robusta, al margen de los males que aquejan a toda España. Pero al igual que le sucedió a Madrid con la burbuja de optimismo olímpico, la realidad es otra. Cataluña, lo mismo que el resto de España, perdería muchísimo, y a continuación les exponemos cinco razones por las que el sueño independentista se aleja bastante del estado de las finanzas suizas.

El presidente del Barça asegura que aún confía en renovar a Valdés, que no ve a Casillas de azulgran porque es un símbolo del madridismo, atribuye a Zubi el fichaje del Tata Martino como sustituto de Vilanova, insiste en que las cuentas del fichaje de Neymar están claras y revela que el Madrid envió e-mails al Santos mientras cerraban la operación. Por último, dice que sus aficionados le monatarían "un pollo" si se gastara 100 millones en un jugador y compara el traspaso de Villa al Atlético con la venta de Kaká del Real Madrid al Milan.

Madrid recaudó 79.146 millones de euros en 2012 frente a los 33.230 millones de Cataluña y se convierte en la principal fuente de ingresos del Estado. Si atendemos a las exportaciones, Cataluña lidera, pero se ralentiza y Madrid crece más. En el turismo, Cataluña arrasa mientras Madrid se hunde. Por número de empleados públicos, Madrid se lleva como capital la palma. Ahora bien, Cataluña es la que menos reduce el gasto público y recibe más inversiones de Fomento.

Los socialistas necesitan de los diputados catalanes para alcanzar el Gobierno. Es en Cataluña, más que en Andalucía, donde mayor es la ventaja del PSOE respecto al PP y la única comunidad, junto a la vasca, donde los socialistas superaron en diputados a los populares en 2011.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está a punto de finalizar la ronda con los presidentes autonómicos para saber lo que le espera al Gobierno en el Consejo de Política Fiscal previsto para final de mes, en el que tendrá que repartir los 5.000 millones de euros de déficit dados de margen por Bruselas. El Gobierno ya tiene una primera foto de situación: Las 12 comunidades que mejor han hecho los deberes se niegan a realizar más recortes para compensar a Cataluña y al resto de los territorios del arco mediterráneo.

España acoge cuatro carreras del Mundial de motociclismo, pero sólo una de ellas, la de Jerez, luce la bandera rojigualda en el calendario que figura en la página oficial del campeonato que, paradójicamente, organiza una empresa española, Dorna Sports. Los otros tres grandes premios -Cataluña, Aragón y Comunidad Valenciana- son representados por sus respectivas cuatribarradas. 

Atrapado entre el fuego cruzado de los republicanos, que le exigen la celebración de la consulta soberanista en 2014, y los democristianos de Unió, que le piden retrasarla y recuperar espacio electoral, Artur Mas ha optado por hacer malabarismos: ayer anunció que el referéndum sigue en pie, pero que éste no impedirá que CiU conduzca la legislatura hasta finales de 2016.  

Drama autonómico con tinte inmobiliario. Las administraciones públicas se las están viendo para colocar los edificios públicos que han puesto en el mercado con el fin de lograr ingresos extraordinarios. Madrid y Cataluña, dos de las comunidades más activas en este capítulo, lo están viviendo en sus propias carnes. La primera no ha podido culminar con éxito la primera fase de su plan de venta de inmuebles públicos, por la que esperaba recaudar 32 millones. Cataluña se encuentra en el tiempo de descuento y ya ha tenido que rebajar los precios para tratar de atraer a más inversores.