“Bárcenas tiene hoy las llaves de la santabárbara”, asegura un noble pepero con años de mili, “y puede hacer volar por los aires al partido”. Este jueves le toca declarar de nuevo ante el juez Ruz en compañía de su esposa, y algunos temen que el ex tesorero, que ha llegado al límite de su aguante, termine por desfondarse y cantar: que el dinero en cuentas suizas no es suyo.