Hace aproximadamente un año la forma de ligar cambió con la aparición de la aplicación Tinder. La app prometía que con unos pocos requisitos -tener una cuenta en Facebook y una foto de perfil- podrías relacionarte con personas que te gustasen gracias al formato más simple -y efectivo-: con un ‘like’ mutuo podías entablar conversación con la otra persona y seleccionando la ‘X’ lo descartabas sin que el otro se diese cuenta. El formato práctico, visual y simple de Tinder tuvo mucho que ver con el éxito de la aplicación. Otras empresas han sabido aprovechar este formato, así, se han creado aplicaciones tipo Tinder pero con temáticas muy variadas: desde adoptar un perro, buscar trabajo, elegir música o ropa y, por supuesto, ligar.