Cultura

Películas navideñas para ver con chocolate caliente y manta

La Navidad es una época señalada y especial, también para ver cine. Hay una serie de títulos que, por su espíritu o su ambientación, son especiales para degustar estas fechas. Vamos con un somero repaso que -estamos seguros- va a necesitar de su colaboración, porque candidatas hay muchas.

  • Fotograma de Los fantasmas atacan al jefe.

Juan Nadie (1941)

Hasta el más duro es capaz de llorar. Dirigida por Frank Capra, es uno de los ejemplos máximos de cine navideño repleto de buenos sentimientos y el aroma del mejor cine clásico americano. Por desgracia, la cercanía al mundo periodístico es muy actual. El despido de casi todo el personal de un conocido periódico provoca que una de sus periodistas publique una carta que lleva la firma de Juan Nadie, y en el que anuncia el suicidio de uno de los empleados. Ante el éxito, se decide crear un Juan Nadie. El elegido es un vagabundo, que se convierte en un personaje muy popular.

¡Qué bello es vivir! (1946)

James Stewart dirigido por Frank Capra es una excusa suficiente. Nos cuenta la historia de George Bailey, un joven a punto de suicidarse que recibe una inesperada visita que le hará mirar la vida desde una óptica diferente. La influencia de la historia de George ha sido fundamental en el cine posterior. Drama personal y emociones en un peliculón que hay que ver bien en buena compañía.

De ilusión también se vive (1947)

Para los que siempre han querido ser Santa Claus, tenemos la película perefecta. La película dirigida por George Seaton, y protagonizada por Maureen O’Hara, tuvo un remake en los noventa, Milagro en la ciudad, que protagonizó Richard Attenborough, que entonces había renovado su popularidad como actor gracias a Parque Jurásico. La historia es muy fácil. Durante un desfile navideño organizado por los grandes almacenes Macy de Nueva York, la persona que encarna a Santa Claus se siente indispuesto y debe ser sustituido. Un venerable anciano llamado Kris Kringle es contratado para el trabajo, pero todo se complica cuando asegura que es el auténtico Santa Claus.

Plácido (1960)

Navidad a la española. Una historia de motocarro y polvorones made in Spain. El desaparecido y genial Luis García Berlanga dirige una de las grandes obras de toda la historia de nuestro cine, junto al igualmente recordado guionista Rafael Azcona y un reparto formado por lo mejor del cine español -López Vázquez, Alexandre, Cassen- Un pobre, la cena de Nochebuen, y ese frio que sólo se tiene en las casas humildes. ¿Qué mejor que una buena obra, como invitar a un pobre a la mesa, para expiar todos nuestros pecados? Y en medio de todo, Plácido…

Gremlins (1984)

No es una obra de culto, ni la décima maravilla del séptimo arte; pero siempre nos va a arrancar una sonrisa. Deliciosa comedia terrorífica con todo el encanto de los títulos producidos por Spielberg en los ochenta. Su director, Joe Dante (Piraña), consiguió además otorgarle un cierto contenido satírico de la mano de estos revoltosos y psicópatas bichejos, que invaden una pequeña población de EEUU en plena Navidad.

Los fantasmas atacan al jefe (1987)

Entonces, Bill Murray (Los Cazafantasmas) era uno de los cómicos más populares del cine. Y su director, Richard Donner (Superman), cosechaba los mayores éxitos de su carrera gracias al thriller Arma Letal. La película actualiza el clásico Cuento de Navidad de Dickens y convierte a Mr. Scrooge en un cínico ejecutivo televisivo, más preocupado de alimentar con violencia al público que a repartir buenos sentimientos. Merece una (sádica y divertida) lección... Si les gusta la comedia USA, no deberían perderse el predecible pase televisivo de SOS, ya es navidad, con el inefable Chevy Chase como líder de la familia Griswald, una vez más.

Jungla de Cristal (1988)

Seguro que ya la hemos visto. Incluso reproducimos parte de sus diálogos de memoria, pero siempre podemos pasar casi dos horas delante el televisor. Bruce Willis creó con su John McClane el héroe más tozudo y dicharachero del cine reciente. La banda sonora y ciertos detalles navideños de los decorados le daban cierta ironía a una odisea de disparos, palabrotas y explosiones que aún sigue siendo disfrutada por los aficionados al cine. La segunda parte copio la fórmula. Se desarrollaba en el aeropuerto de Dulles en Washington y tenía lugar en plena fiesta navideña.

Solo en Casa (1990)

Perfecta para ver con sobrinos que no soportamos el resto del año. Macaulay Culkin saltó al estrellato con uno de los éxitos más grandes de los noventa, obra del productor John Hughes (El club de los cinco) y el director Chris Columbus (Harry Potter I & II). La pregunta es clara. ¿hay algo mejor para un niño revoltoso que quedarse solo por accidente en plena Navidad? Risas fáciles para las ocurrencias del protagonista, que era olvidado por su familia, de camino a unas vacaciones en París, pero demostraba que si uno se lo monta bien es imposible aburrirse. Sobre todo si una pareja de torpes ladrones trata de entrar a robar en tu casa.

 

El Expreso Polar (2004)

Aunque algunos dejan de creer en la Navidad, siempre queda la semillita de la duda. El Expreso Polar es el tren que lleva a los niños al Polo Norte para que pueda conocer personalmente a Santa Claus. Renos, elfos, y abuelitos con sobrepeso vestido de rojo son necesarios para creer que las cosas pueden ser mejores. Todavía se puede creer en la magia de la Navidad.

El día de la Bestia (1995)

Perteneciente a esa vena de cine navideño pero con muy mala leche está la gran película de Alex de la Iglesia. El Anticristo está por venir en tan señaladas fechas. Un cura vasco tratará de evitarlo, aunque para ello tenga que patearse todas las calles de Madrid y cometer cualquier atrocidad... Todo ello, claro, acompañado de un Santiago Segura heavy, y de Carabanchel.

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