Las relaciones sexuales satisfactorias dependen de muchos factores y, por supuesto, de cada persona, pero en algunos estudios recientes se ha demostrado que una alimentación equilibrada y saludable, que incluya alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, también ayuda a un sexo con menos problemas o posibles complicaciones relacionadas con la salud sexual.
“La relación entre la alimentación y la salud sexual es un tema de creciente interés, ya que nuestros hábitos alimenticios influyen significativamente en la calidad de vida sexual de hombres y mujeres. La ciencia ha demostrado que ciertos patrones alimenticios, como la dieta mediterránea, pueden mejorar la función sexual, mientras que dietas ricas en grasas saturadas y alimentos procesados pueden perjudicarla”, señala el doctor François Peinado, urólogo y andrólogo, especialista en salud sexual masculina, jefe de Servicio del Centro médico-quirúrgico Olympia y del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo 39.
La dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de frutas, verduras, granos enteros, aceite de oliva y pescado, se ha asociado con beneficios tanto en hombres como en mujeres. Llevar una dieta equilibrada es fundamental para una buena salud en general, pero también para que las relaciones sexuales sean más placenteras y satisfactorias y para poder evitar problemas como la disfunción eréctil.
“Los hombres que siguen esta dieta tienen una menor prevalencia de disfunción eréctil, mientras que en mujeres con diabetes tipo 2, se ha visto que esta dieta reduce significativamente la prevalencia de disfunción sexual. Esta dieta también ayuda a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, lo que contribuye a una mejor salud sexual y metabólica en general”, explica el experto.
Enfermedades crónicas y disfunción sexual
Los hábitos alimenticios que promueven enfermedades crónicas, como las dietas ricas en grasas saturadas y azúcares, están asociados con un mayor riesgo de disfunción sexual. “Estas dietas pueden provocar arteriosclerosis, que disminuye el flujo sanguíneo no solo al corazón, sino también a los genitales, contribuyendo a la disfunción eréctil en los hombres. De hecho, la mejora en los hábitos alimenticios puede revertir algunos de estos efectos negativos, como se ha visto en estudios con animales donde una dieta saludable mejora el flujo sanguíneo y la función sexual”, señala el doctor Peinado.
Las comidas ligeras favorecen las relaciones sexuales. Foto: Pixabay.
Relaciones sexuales y obesidad
El sobrepeso y la obesidad están estrechamente relacionados con la disfunción sexual, especialmente en hombres, y por lo tanto afectan a las relaciones sexuales. “Estudios han demostrado que la pérdida de peso, a través de dietas bajas en calorías y grasas, mejora la función eréctil y aumenta los niveles de testosterona en hombres con obesidad o sobrepeso. Además, la inflamación crónica asociada con la obesidad contribuye a problemas en la función sexual tanto en hombres como en mujeres, lo que hace fundamental mantener un peso saludable”, agrega el urólogo.
El doctor Peinado explica que algunos nutrientes específicos, como los ácidos grasos omega-3, antioxidantes y dietas basadas en vegetales, “se han relacionado con mejoras en la fertilidad y la función sexual en ambos géneros”. Por otro lado, añade que “un consumo elevado de grasas trans y carbohidratos refinados puede reducir la calidad del semen en hombres y agravar la disfunción sexual en mujeres”, algo que afecta y mucho a unas relaciones sexuales satisfactorias.
En definitiva, “adoptar una dieta saludable, como la dieta mediterránea, puede mejorar significativamente la salud sexual, reduciendo la disfunción sexual y mejorando la calidad de las relaciones sexuales. Por el contrario, dietas ricas en grasas y azúcares pueden empeorar tanto la salud cardiovascular como la sexual”, concluye.
Qué comer para mejores relaciones sexuales
Una alimentación equilibrada y saludable puede influir de manera positiva en el rendimiento sexual y en la salud en general. Existen ciertos alimentos que pueden mejorar la circulación, los niveles hormonales y la energía, lo que puede tener un impacto favorable en las relaciones sexuales.
Come frutas ricas en antioxidantes y vitaminas. Las fresas, los arándanos y las frambuesas son ricas en antioxidantes que mejoran la circulación y protegen los vasos sanguíneos. El plátano contiene potasio, que es clave para la salud del corazón y la circulación sanguínea.
La remolacha contiene un alto nivel de nitratos que ayudan a mejorar la circulación sanguínea y a dilatar los vasos, lo que puede aumentar el flujo de sangre en áreas importantes para la función sexual. Además, el ajo y la cebolla mejoran la circulación y pueden ayudar a reducir la presión arterial, y los cítricos contienen vitamina C, esencial para la salud de los vasos sanguíneos.
Evita las grasas saturadas para relaciones sexuales satisfactorias. Foto: Pixabay.
Los higos y dátiles son una fuente natural de energía y contienen minerales como magnesio y potasio, que pueden ayudar a mejorar la función sexual, la granada aumenta los niveles de testosterona en hombres y mujeres, y mejora la circulación sanguínea. Es bueno tomar también alimentos ricos en omega-3 como el salmón, sardinas, y otros pescados grasos, que mejoran la salud cardiovascular y favorecen la circulación. También es bueno incluir en tus comidas, por ejemplo en el desayuno o la merienda, chía y linaza, que son buenas fuentes vegetales de omega-3 y que también ayudan a equilibrar las hormonas.
Alimentos ricos en zinc y magnesio como las ostras, conocidas por ser un afrodisíaco natural debido a su alto contenido en zinc, es esencial para la producción de testosterona y el funcionamiento adecuado del deseo sexual. Los frutos secos y las semillas (almendras, nueces, semillas de calabaza) son altos en magnesio y zinc, nutrientes importantes para la salud hormonal y el rendimiento sexual.
El chocolate oscuro es rico en flavonoides, que mejoran el flujo sanguíneo y pueden aumentar los niveles de serotonina, mejorando el estado de ánimo. Además, el aguacate contiene grasas saludables, vitamina B6 y ácido fólico, que contribuyen a la producción de energía y ayudan a regular las hormonas.
A esto deberíamos añadir una hidratación adecuada, ya que el agua es fundamental para mantener un buen flujo sanguíneo, energía y lubricación natural. Y si podemos, deberíamos evitar un exceso de azúcar y grasas trans que pueden afectar negativamente la función sexual y la salud cardiovascular, así como el alcohol, que en grandes cantidades disminuye la libido y el rendimiento sexual.
