Desde este jueves, todo el mundo está hablando de la medida del Gobierno de la subida de IVA del 10% al 21% a bebidas azucaradas y edulcoradas, entre otras medidas, con el objetivo de obtener 2.059 millones y "favorecer hábitos más saludables" y combatir la obesidad infantil.
Como suele suceder con estas cosas, se ha formado un intenso debate acerca de si estas bebidas son tan "poco saludables" como apunta el Ejecutivo o si, simplemente, lo han hecho para recaudar sin tener en cuenta nada más.
Hoy vamos a dar luz sobre este tema para poder opinar sobre el tema con información veraz delante.
¿Las bebidas azucaradas son tan malas como asegura el Gobierno?
Antes de nada, hemos de saber que las bebidas azucaradas y edulcoradas son productos ultraprocesados, es decir, cero naturales y fabricados adrede para hacernos consumir más.
Los ultraprocesados y procesados son malos para la salud, ya que si se aumenta un 10% el consumo de éstos, tenemos un 12% más de posibilidades de sufrir cáncer en general y un 11% de mama, según detalló este reciente estudio, publicado en el British Medical Journal y realizado entre 105.000 participantes.
Y "dentro del grupo de ultraprocesados, la Coca-Cola es de lo más peligroso.", aseguró hace unas semanas el nutricionista Carlos Ríos, 'Cocina comida real' (Ed. Paidós), a Vozpópuli.
"Hay evidencia científica que relaciona su consumo con enfermedades (obesidad, diabetes tipo 2...). Este refresco provoca subidones de azúcar en sangre que nuestro cuerpo no es capaz de gestionar porque, simplemente, no está capacitado para ello. Ahora es verdad que hay otras opciones, como la sin azúcar, pero por ser menos mala no es recomendable tampoco", añadió.
Si nos tomásemos de repente toda la cantidad de azúcar que contiene una sola lata de Coca-Cola acabaríamos vomitando, pero el ácido fosfórico que se encuentra en esta bebida disimula el sabor, lo que evita el vómito
Ríos, de hecho, ya pedía que el Gobierno hiciera algo al respecto: "Cuando se vean los efectos desastrosos que los ultraprocesados generan en la sociedad, en unos años, el Gobierno se verá obligado a controlarlo. El algunos países, como en Chile, ya se está empezando a hacer, y vamos por ese camino".
Esta es una opinión que comparte el Dr. Martínez-González, autor de '¿Qué comes?' (Ed. Planeta), con quien también charlamos en este medio: "Sanidad debería pararle los pies ya a la industria de los procesados. Poner impuestos a las bebidas azucaradas, por ejemplo, pero que este dinero no se use para recaudar por recaudar. En realidad parece que haya un interés prioritario en la salud pública. Creo que hay que intervenir de una manera más clara. No se han puesto barreras a las empresas de alimentos, y así estamos", nos cuentaba el doctor.
¿El azúcar es tan malo?
El azúcar es necesario para nuestro cerebro y para llevar a cabo las diferentes funciones vitales, pero un exceso es perjudicial. Aun así, la mayoría de nosotros comemos más azúcar de la que deberíamos. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud nos recomienda un máximo de 25 gramos (o seis cucharaditas) por día a los adultos, cuando estamos ingiriendo una media de 19 cucharaditas al día, es decir, tres veces más de lo que sería sano.
Al respecto, una sola lata de Coca-Cola(330 ml) contiene 35 gramos de azúcar, diez gramos más del consumo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una sola lata de Coca-Cola contiene 35 gramos de azúcar, diez gramos más del consumo diario recomendado por la OMS
Si nos tomásemos de repente toda la cantidad de azúcar que contiene una sola lata de Coca-Cola acabaríamos vomitando, pero el ácido fosfórico que se encuentra en esta bebida "disimula el sabor, lo que evita el vómito", detallan farmacéuticos del blog especializado 'Renegade Pharmacist'.
Las bebidas de soda están cargados de azúcar, y consumir demasiado de este polvo blanco no sólo es malo para la figura, sino también para la salud, pues puede provocar enfermedades hepáticas y cardíacas y diabetes tipo 2, según lo revelado en una revisión científica de más de 8.000 estudios sobre el tema.
Más azúcar, más sobrecoste en Sanidad
Esta mala alimentación como consecuencia de productos como las bebidas azucaras, ha ido aumentando el sobrecoste sanitario del país.
En España, un estudio publicado en la Revista de Cardiología prevé un aumento del 16%, entre 2016 y 2030, de los casos de adultos con sobrepeso en nuestro país. Esto supondría un sobrecoste sanitario directo del casi 60%, según los expertos.
Pero si se lograse que la mayoría de la población llevase un estilo de vida saludable estos problemas de salud crónicos se reducirían al menos en un 70% u 80% con respecto a lo que ahora ocurre. Esto es posible si se vuelve al patrón alimentario de tipo mediterráneo tradicional, que consiste en una dieta parecida a la de nuestros abuelos
Las grandes cadenas de refrescos azucarados han sido muy poderosas, y han querido extender su mercado a todo el mundo.
Y por qué hemos ido abandonando la "dieta real", la mediterránea? "Se ha debido a la globalización y a las grandes multinacionales. Ha sido resultado de la influencia perversa de copiar lo que hacen los norteamericanos sin someterlo a un pensamiento ni juicio. Las grandes cadenas de refrescos azucarados han sido muy poderosas, y han querido extender su mercado a todo el mundo. Si nos fijamos, con el paso de los años no sólo han ido ampliando la oferta, sino que han ido aumentando el tamaño de las raciones. Las botellas de soda de la actualidad no tienen nada que ver en tamaño con las de los años 60. Han hecho crecer el mercado y se han extendido a países que no tenían esta cultura, como España. Todo esto ha hecho que se pierda la dieta mediterránea", apunta al respecto el Dr. Martínez-González.
¿Y qué hay de los refrescos edulcorados? ¿También son malos?
Los edulcorantes más consumidos son la sacarina, el aspartamo, la stevia y la sucralosa. Y aunque no tengan apenas calorías, sí que endulzan las bebidas que tomamos o los alimentos que comemos, lo que hace que queramos ingerir de más.
Numerosas investigaciones han demostrado que los alimentos dulces desencadenan la liberación de químicos y hormonas, lo que interfiere con el proceso de recompensa alimentaria, es decir, cuando el cerebro nos advierte de que hemos comido suficiente. Vamos, que al final comemos de más.
Varios estudios han relacionado el consumo frecuente de aspartamo, stevia y sucralosa con el aumento de peso, problemas del corazón y diabetes
Además, varios estudios, como el publicado por la Canadian Medical Association Journal, han relacionado el consumo frecuente de aspartamo, stevia y sucralosa con el aumento de peso, problemas del corazón y diabetes. La investigación ha demostrado que elegir a largo plazo estos sustitutos del azúcar puede producirnos aumento de peso, obesidad, problemas metabólicos y cardiovasculares y diabetes, entre otras enfermedades.
Así pues, y para concluir, lector, parece que Hacienda no se equivoca demasiado, al menos desde el punto de vista de la salud, en subir los impuestos a estas bebidas: si son más caras, se supone que bajará el consumo. Sin embargo, a pesar de esto, Sanidad debería ser más clara y compartir toda esta información con los ciudadanos, ¿no crees?