Las frutas son, junto con las verduras, unos de los alimentos imprescindibles en cualquier dieta saludable. Pero también son las protagonistas de algunos de los planes para adelgazar más populares. Planes como la dieta de la fresa, la dieta de la piña o la dieta de la naranja, uno de los regímenes con más seguidores de los últimos tiempos.
Originaria del sureste de China y norte de Birmania desde donde se extendió por todo el mundo, la naranja es popular en el área mediterránea desde hace aproximadamente tres mil años. Según señalan, los árabes introdujeron esta fruta en España en el siglo X, convirtiéndose con los años en un alimento imprescindible de nuestra dieta.
Gracias a sus valores nutricionales, la naranja ofrece numerosas propiedades para la salud. Algo que, sumado a su ayuda para adelgazar, han convertido a la dieta de la naranja en una de las favoritas de aquellos que quieren deshacerse de unos kilitos sin recurrir a restrictivos planes para perder peso.
Propiedades y beneficios de la naranja
Aunque disponibles prácticamente durante todo el año, es el periodo entre noviembre y junio el mejor para consumir esta fruta. Según la Fundación Española de la Nutrición, la naranja destaca por su gran porte de vitamina C, “una pieza de tamaño medio aporta 82 mg de vitamina C, siendo 60 mg la ingesta recomendada al día para este nutriente”.
La naranja también es fuente de folatos, que contribuyen a la formación de las células sanguíneas, es rica en flavonoides y aporta carotenoides.
Tiene propiedades diuréticas (no hay que olvidar que en torno al 88 por ciento de su contenido es agua) y depurativas, por lo que es un gran aliado para eliminar toxinas. Además, es rica en fibra (2 gramos por cada 100 gramos, según la FEN), principalmente en la parte blanca que se encuentra entre la pulpa y la corteza, lo que favorece el tránsito intestinal y reduce el apetito. Gracias a sus propiedades antioxidantes, mejora el aspecto de la piel.
La naranja cuenta con un bajo índice calórico, 42 calorías por cada 100 gramos, y junto con su aporte de agua y fibra, convierten a esta fruta en un gran aliado para adelgazar aumentando la sensación de saciedad.
¿Cómo se hace la dieta de la naranja?
Al contrario que otras dietas protagonizadas por frutas y con un carácter muy restrictivo, la dieta de la naranja no implica el consumo exclusivo de esta fruta. Solo hay que incluirla en las comidas a lo largo del día.
Eso sí, existen diferentes variedades. Por un lado la que pauta el consumo de dos piezas de naranja al día (una por la mañana y otra a media tarde). Esta versión es, probablemente, la más popular y la que mayor sensación de saciedad ofrece disminuyendo la ansiedad por comer.
También hay quienes optan por la versión que incluye las naranjas en zumo. Para hacerlo así, hay que consumir un litro de zumo natural al día, exprimido a diario, y lógicamente, sin edulcorar.
Aunque ambas versiones permitan el consumo de otros alimentos, se recomienda evitar las grasas, los dulces y las bebidas alcohólicas, y optar por una dieta sana y variada que incluya frutas, verduras, cereales integrales y proteínas de calidad como pescado, carne magra, huevos y legumbres. Es importante también beber abundante agua y seguir una rutina de ejercicio físico diario o al menos 2-3 días a la semana.
Existe una tercera versión, desaconsejada por los expertos, que se centra en el consumo exclusivo de naranja, tanto entera como en zumo, durante varios días. Un régimen considerado peligroso, que restringe prácticamente todos los grupos nutricionales.
