La pérdida auditiva no tratada o tratada de forma inadecuada puede provocar consecuencias negativas en el cerebro, responsable de la audición, y afectar a las personas que la sufren en diferentes aspectos de la vida diaria. Por este motivo, es muy importante cuidar nuestros oídos desde que somos pequeños.
Así, entre los principales problemas que puede generar se sitúan el aislamiento social, el equilibrio deficiente con mayor riesgo de caídas, el deterioro cognitivo acelerado, la demencia y el Alzheimer. Por ello, desde el equipo de audiólogos de Oticon nos aconsejan acudir a un profesional especializado en audición ante cualquier indicio de dificultad en la capacidad de oír para que pueda realizar una evaluación y orientar sobre la mejor solución a seguir, de manera que se puedan evitar problemas en la calidad de vida.
Según el estudio 'Inteligencia auditiva: la importancia de la audición', realizado por la marca, más de la mitad de la población considera que una pérdida auditiva afectaría en mayor medida a sus relaciones sociales y familiares. En segundo lugar, creen que afectaría más a su salud, más allá de la audición (23,5 por ciento), seguido de quienes piensan que les afectaría en el trabajo (19,7 por ciento) y en los estudios (3,7 por ciento).
“Nuestro cerebro necesita tener acceso completo a la realidad sonora del entorno para que pueda funcionar de forma correcta. Por ello, las personas con pérdida auditiva, que tienen un acceso limitado al sonido, si no reciben tratamiento tienen más dificultad para orientarse en el entorno y para concentrarse en lo importante, lo que hace que tengan menos recursos mentales para realizar otras tareas”, nos explica José Luis Blanco, jefe de Audiología de Oticon.
Así afecta la pérdida auditiva
La pérdida auditiva no tratada puede afectar a las relaciones familiares, sociales y laborales. De hecho, según el mencionado estudio, el 80 por ciento de los españoles asocia pérdida auditiva con problemas de comunicación y el 60 por ciento a aislamiento social. “Estas personas llegan a un punto en que evitan las reuniones en determinados lugares, como cafeterías, comidas familiares o en sitios donde muchas personas hablan a la vez, porque no pueden hacer frente a los entornos sonoros complejos, lo que aumenta el riesgo de soledad, aislamiento social y depresión”, indica Blanco.
Además, debido a que su cerebro tiene que hacer mayor esfuerzo para percibir lo que hay a su alrededor y le falta información del habla, tiene una mayor carga mental, que puede favorecer la aceleración del deterioro cognitivo al afectar a la capacidad para recordar, aprender, concentrarse y tomar decisiones.
“Es por eso que la pérdida auditiva no tratada y que aparece a media edad, es el mayor factor de riesgo evitable de padecer demencia”, comenta. En este sentido, llama la atención que los más jóvenes, con un 16,2 por ciento, sean los más conscientes del riesgo de demencia asociado a pérdida auditiva, situándose así por encima de la media nacional (14,6 por ciento), según el estudio.
Por otro lado, la pérdida auditiva no tratada puede afectar al equilibrio de las personas, lo que multiplica por tres el riesgo de lesiones relacionadas con caídas.
Causas de la pérdida auditiva
Comprender y conocer estas causas puede ayudar a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la pérdida auditiva. Si se sospecha de pérdida auditiva, es fundamental buscar atención médica para una evaluación y manejo adecuados.
Algunos trabajos en industrias como la construcción, manufactura y el sector militar pueden exponer a niveles de ruido que dañan el oído. Asistir frecuentemente a conciertos, usar dispositivos de audio a volúmenes altos, y participar en actividades como la caza o el uso de motocicletas pueden causar pérdida auditiva. La acumulación excesiva de cera puede bloquear el canal auditivo y causar pérdida auditiva temporal.
A medida que envejecemos, las células sensoriales del oído interno (células ciliadas) se degeneran, resultando en pérdida auditiva gradual. También algunas infecciones y enfermedades en el oído medio pueden provocar pérdida auditiva tanto temporal como permanente si no se tratan de manera adecuada. La pérdida auditiva puede ser heredada, presentándose en familias con historial de sordera.
Cómo cuidar tus oídos
La pérdida auditiva puede ser una condición debilitante, pero hay varias medidas que se pueden tomar para prevenirla. Aquí hay algunas recomendaciones clave:
- Proteger los oídos del ruido excesivo. Utiliza protección auditiva, como los tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido cuando estés expuesto a sonidos fuertes, como en conciertos, eventos deportivos, o mientras usas maquinaria ruidosa. Mantén el volumen de dispositivos de audio personales a niveles seguros y evita escuchar música a volúmenes altos por períodos prolongados.
- Cuidar la salud auditiva. Hazlo realizando chequeos auditivos regulares, especialmente si estás frecuentemente expuesto a niveles altos de ruido o si notas cambios en tu audición. Consulta a un médico para tratar rápidamente las infecciones de oído, ya que las infecciones no tratadas pueden dañar la audición.
- Uso adecuado de audífonos. Si usas audífonos, asegúrate de que estén bien ajustados y configurados por un profesional. Usar audífonos inapropiados puede agravar la pérdida auditiva. Mantén los audífonos en buen estado con una limpieza y mantenimiento regular para asegurar su buen funcionamiento y evitar infecciones del oído.
Qué hacer ante una pérdida auditiva
En el caso de identificar signos de pérdida auditiva tanto en uno mismo como en una persona del entorno, lo más importante es animarse a hacerse una prueba auditiva. “Lo mejor es recibir asesoramiento por parte de un profesional especializado que oriente sobre el tratamiento más adecuado en función del tipo de pérdida auditiva. De esta forma, conseguiremos mantener, no solo la audición, sino un cerebro activo por mucho más tiempo”, aconseja Blanco.
En este sentido, ya hay audífonos que ayudan al cerebro a acceder a la escena sonora completa y que así trabaje de forma más efectiva. “Nosotros aplicamos el enfoque BrainHearing, con una tecnología que apoya al procesamiento sonoro natural del cerebro, favoreciendo una mejor atención, aumento de la capacidad para recordar, menor esfuerzo de escucha y mejor inteligibilidad del habla”, concluye.
