Son de sobra conocidos los numerosos beneficios que tiene el sexo. Tal y como apuntan los expertos, mantener relaciones sexuales de manera habitual no solo es divertido y satisfactorio, también es positivo para la salud, incluida la salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países”.
Así, la abstinencia sexual en una persona adulta, que bien puede deberse a cuestiones voluntarias o involuntarias como las relacionadas con una enfermedad o problemas sentimentales, puede provocar consecuencias negativas para la salud más graves de lo esperado.
Las consecuencias negativas de la falta de sexo
En los últimos años, son muchas las investigaciones centradas en el estudio de los numerosos beneficios que tiene el sexo sobre la salud. Mantener relaciones de manera habitual mejora la salud cardiaca, quema calorías, reduce la tensión arterial, alivia los dolores de cabeza, reduce el insomnio, rejuvenece y mejora el aspecto de la piel, entre otros beneficios.
Así, una vida sexual saludable favorece el bienestar general de las personas. Y es que, además, el sexo es un gran aliado de la salud mental, que se ve duramente afectada en caso de abstinencia. Así lo señalan los expertos que aseguran que la falta de relaciones sexuales puede tener consecuencias negativas como estas:
-Mayores niveles de ansiedad y estrés: según los estudios, tener sexo hace que el cerebro libere neuroquímicos como las endorfinas y la oxitocina, unas sustancias que además de generar un efecto analgésico proporcionan sensación de bienestar. Así, las personas que tienen relaciones sexuales de manera habitual se muestran menos estresadas que las que no.
-Problemas de autoestima: esta es una consecuencia ligada a la anterior. Y es que, tal y como apuntan los expertos, la sexualidad es un aspecto fundamental para la autoestima de las personas, por lo que la falta de sexo puede provocar una autoestima baja llevándonos a sentirnos menos deseados y tristes.
-Sistema inmunitario más débil: según un estudio realizado en el año 2004 por ‘Psychological Reports’, las personas con una vida sexual más activa presentaban unos niveles significativamente más altos de inmunoglobulina, un anticuerpo presente en secreciones del cuerpo como la saliva, las lágrimas o las producidas por el aparato respiratorio y gastrointestinal, convertido en un potente defensor contra gripes y resfriados. Por ello, concluyeron que las personas que practican poco sexo serían más propensas a estas afecciones.
-Vínculo entre la pareja más débil: la falta de sexo dentro de la pareja puede provocar un distanciamiento emocional que, inevitablemente, acaba afectando a la relación. Y es que, las relaciones sexuales propician momentos de intimidad difíciles de conseguir en otras circunstancias.
-Mayor riesgo de sufrir disfunción eréctil: según han apuntado diferentes estudios científicos, una vida sexual activa puede ayudar a los hombres a preservar su potencial eréctil. Así, cuantas menos eyaculaciones, mayor es el riesgo de sufrir este tipo de disfunción sexual.
-Pérdida de tono vaginal: en el caso de las mujeres, la falta de sexo también puede provocar una falta de tono muscular en la vagina que puede derivar en diferentes problemas como incontinencia urinaria, prolapso o disfunciones sexuales.
-Disminución del deseo sexual: cuando se pasa mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales, es habitual que el deseo disminuya llegando incluso a desaparecer.
-Posible deterioro de la memoria: según una investigación realizada en 2013 por ‘Hippocampus’, las relaciones sexuales potencian la reproducción de neuronas, mejorando la función cognitiva. Por ello, la falta de sexo podría provocar un deterioro de la memoria.