Una relación de pareja es imprevisible. La duración y la calidad de un romance dependen en gran medida de su contrato implícito, que está compuesto por aspectos conscientes e inconscientes. Aunque puede sonar racional o pragmático, lo cierto es que una pareja también necesita ‘renovar’ su amor, actualizarlo y ‘estar al día’ para que esa historia haga felices a los dos miembros y se mantenga a lo largo de los años.
“Es fundamental revisar y adaptar este contrato a lo largo del tiempo para que la relación perdure y florezca. La clave para una renegociación exitosa incluye una distribución equitativa del poder, una sólida amistad, atracción sexual, admiración mutua y confianza”, nos explica Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos.
El contrato de una relación de pareja puede ser real (algo por escrito que manifieste lo que los dos queréis para tener una relación sana feliz) o implícito en vuestro día a día. Estos acuerdos son una manera de establecer los límites que son únicos para cada relación, el significado de la relación, así como los deseos o lo que cada uno quiere para su futuro en común. Se trata de una manera de fomentar la comunicación y la transparencia dentro de una relación.
Beneficios del contrato de pareja
Cuando dos personas que están enamoradas y quieren llevar adelante un proyecto de vida en común, pueden sentarse y charlar de cómo quieren que sea esa vida que les espera juntos. Al hacerlo, esto tiene muchos beneficios para el futuro de la relación de pareja:
-Conocer las necesidades del otro. Como siempre se dice, la comunicación lo es todo en una relación de pareja. Poder hablar de todo con la otra persona, manifestarle lo que necesitas, lo que deseas o lo que no te gusta de vuestra historia de amor, es clave para mirar al futuro en armonía. Con estos ‘contratos’ se fomenta la comunicación de igual a igual para lograr ser más felices.
-Límites claros. Cada pareja es un mundo y cada una tiene sus propios límites. Lo que para unos es, por ejemplo, una infidelidad imperdonable, para otros es algo que puede ser superado y a lo que no se da mayor importancia. Por eso, es bueno que se establezcan los que son fundamentales para cada uno de los dos.
-Compromiso de los dos. Algunas personas sienten cierto miedo al compromiso y es mejor establecer qué compromiso tienen los dos miembros de la pareja para luego no llevarse sorpresas. Conocer las metas y las expectativas del otro será bueno para entender hacia adónde va la relación.
La honestidad es otro de los beneficios de este contrato real o imaginario entre vosotros. Si eres claro y transparente, todo irá mucho mejor. Hablar de sentimientos no es fácil para algunas personas, pero cuando surge, es fabuloso. Además, hay veces que damos por supuesto que el otro sabe de nosotros y no siempre es así. Si algo te preocupa, sé honesto y háblalo, evitarás discusiones, malos entendidos o posibles conflictos.
Cómo renovar tu relación de pareja
Cuando una relación de pareja es estable también necesita sus tiempos y sus espacios para no caer en la rutina del día a día. “En el complejo mundo de las relaciones amorosas, no existe una fórmula universal que funcione para todas las parejas. Cada pareja debe descubrir el formato y contrato que mejor se adapte a sus necesidades, creciendo y evolucionando juntos en lugar de buscar soluciones mágicas”, nos explica Girona.
“Existen señales que indican el declive de una relación, como la falta de comunicación para resolver conflictos, problemas graves y poco comunes, actividades separadas constantes y la sensación de soledad a pesar de estar en pareja”, añade. Para que una relación sea duradera y saludable “es esencial mantener la amistad, la ternura, la admiración y el erotismo en la pareja, además de una distribución equitativa del poder. El esfuerzo y el trabajo conjunto son esenciales para construir una relación sólida, ya que el amor no se mantiene sin dedicación y cuidado constante”, aconseja el psicólogo.
Relación de pareja e invierno
Según Sebastián, existe la depresión estacional relacionada con las épocas del año, como la depresión post verano o invernal. Sin embargo, “la idea de una depresión ocasional en una pareja no es tan común. Si una pareja se enfrenta a este tipo de situaciones, suele ser un síntoma de problemas más profundos y significativos que deben abordarse. El problema no radica en volver a la rutina, sino en cuestiones más estructurales relacionadas con la dinámica de pareja, la gestión financiera o la crianza de los hijos. Estos aspectos requieren atención y solución para que la relación pueda prosperar”.
¿Eres feliz con tus relaciones?
Según el estudio 'Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa' llevado a cabo por Gleeden, un 40 por ciento de los españoles y españolas afirma estar simplemente conforme con su vida sexual y solo el 25 por ciento define su vida sexual como feliz y plena. El resto afirma tener una vida sexual infeliz.
En definitiva, la principal conclusión del estudio en cuanto a felicidad sexual es que la población española está más satisfecha con sus relaciones estables que con sus relaciones sexuales. Curiosamente, el 46 por ciento afirma ser feliz con su relación de pareja, por lo que se observa que el sexo no es el principal factor que valoran para que una relación funcione, sino que valoran más otros aspectos.
“Definitivamente, los españoles y españolas no tienen una vida sexual plena”, afirma Mariona Gabarra, sexóloga de Gleeden. “Tradicionalmente, se asumía que, cuando una pareja llevaba mucho tiempo junta, la parte pasional disminuía o, sencillamente, las personas aguantaban en relaciones donde no eran felices y la sexualidad no funcionaba”.
En la actualidad, recalca Gabarra. “estamos avanzando hacia una sociedad más liberal, donde la mujer no aspira a tener un marido y una familia sino a crecer como persona individual, lo que es muy positivo… pero nos hemos ido hacia el extremo opuesto, y creemos que, con relaciones más cortas, nuestra vida sexual será más satisfactoria y no ha sido así”, añade.
“Hoy día podemos observar que, en general, las relaciones son menos estables y hay mucho más sexo esporádico, pero, como las personas siguen sin tener una buena educación sexual, no saben disfrutar del sexo: ni en pareja ni en relaciones esporádicas. En parejas estables, el sexo se va apagando al entrar en la rutina y no se busca una solución o una ayuda, como sí se hace en otros campos, como en el caso de la salud”, dice la experta.
“En el campo sexual nadie nos ha enseñado a mantener la pasión, la chispa, pero poder, se puede. Mi gran consejo es la educación sexual, las terapias de pareja en cuanto aparece el primer bache. Solo de esta manera, podremos conseguir una vida sexual plena y feliz tanto con pareja estable como con relaciones esporádicas”, concluye.
