Ligar en un bar, a través de una aplicación o incluso en redes sociales es algo frecuente pero cuando el amor surge en la oficina nos planteamos muchos dilemas sobre si será bueno o no mantener una relación o un romance fugaz con alguien con el que pasamos muchas horas al día. Pero claro, cuando pasas tanto tiempo con tus compañeros de trabajo, no es raro que salten chispas. 

De hecho, una encuesta reciente de la marca de bienestar sexual para parejas We-Vibe, realizada a más de 2.000 estadounidenses, reveló que el 75 por ciento ha tenido algún tipo de interés o relación (ya sea un coqueteo o un romance en toda regla) con un compañero de trabajo, y un sorprendente 48 por ciento ya estaba saliendo o en una relación con otra persona en ese momento. La investigación profundizó en el mundo de los romances de oficina, pidiendo a los encuestados que compartiera sus experiencias sobre las relaciones en el lugar de trabajo. 

Pero, ¿qué implicaciones psicológicas subyacen a las relaciones románticas o sexuales con compañeros de trabajo? Más de una de cada 10 personas encuestadas admitió haber mantenido algún tipo de relación con un compañero de trabajo mientras ya salía con otra persona. El 12 por ciento de estas personas mantuvo una relación romántica con su compañero de trabajo, y el 11% una relación estrictamente sexual. Algo menos de una de cada 10 personas también engañó a su cónyuge manteniendo una relación romántica con un compañero de trabajo mientras estaba casado, y otro ocho por ciento trató de ligar y tuvo una aventura sexual. 

La investigación reveló que los hombres son más propensos que las mujeres a engañar a sus parejas con un compañero de trabajo, con un número significativamente mayor de hombres que admiten haber entablado relaciones románticas y sexuales con compañeros de trabajo, tanto mientras salían con otra persona como cuando estaban casados. 

“Aunque cada vez hay menos diferencias entre hombres y mujeres, ellos siguen mostrando más comportamientos de infidelidad que ellas. Igualmente, los motivos que llevan a la infidelidad a hombres y a mujeres también suelen diferenciarse; por ejemplo, el disociar entre amor y sexo, los rasgos de personalidad narcisista, el miedo a la intimidad emocional y la evitación del conflicto suelen ser más propios de ellos”, nos explica Ana Lombardía, experta en bienestar y salud sexual de We-Vibe. 

“Ser infiel con alguien del entorno laboral es algo muy frecuente, tanto en ellos como en ellas, por motivos evidentes de oportunidad: pasamos mucho tiempo en el trabajo, relacionándonos y construyendo vínculos con compañeros, jefes y subordinados. Además, en el trabajo podemos tener un rol diferente al que tenemos en casa y/o con nuestra pareja, en el que podemos mostrar otra faceta nuestra, sentirnos más atractivos/as y, por tanto, más deseados/as, disfrutando de la mirada nueva con la que nos ven”, añade sobre ligar en el trabajo. 

Además, casi dos de cada cinco hombres que tuvieron una relación romántica con un compañero de trabajo mientras ya salían con otra persona dijeron que el compañero era su subordinado, frente a sólo el 25% de las mujeres que dijeron lo mismo. Ligar, como muchas cosas, no es cuestión de sexos.

¿Quién suele ligar más en la oficina?

Según el informe, las personas que trabajan en Recursos Humanos tienen más probabilidades que cualquier otro sector de haber flirteado, tenido un flechazo, un sueño sexual o participado en una relación romántica o sexual con un compañero, tanto estando solteros (70%) como casados (50%). Del 50% que estaba casado, el 19% entabló una relación romántica con un compañero de trabajo durante ese tiempo y el 20% tuvo una relación sexual. Además, el 70% de los encuestados que trabajaban en RRHH y mantuvieron una relación sentimental con un compañero de trabajo mientras estaban casados lo hicieron con un subordinado. 

La experta en bienestar y salud sexual afirma que “muchos hombres disfrutan mucho sintiéndose admirados, adquiriendo el rol de la persona con sabiduría, poder y status dentro de una relación. Suelen sentirse especialmente cómodos cuando esa admiración viene de alguien de rango inferior, pues hace que su ego se vea beneficiado por esa mirada. Por otro lado, de forma complementaria, muchas mujeres se sienten atraídas por hombres a los que pueden admirar, ya sea por sus conocimientos o experiencia. Estas dinámicas no sólo aparecen en relaciones heterosexuales, sino que también pueden darse entre personas del mismo sexo”.

En cuanto a los sectores, las personas que trabajan en TI y telecomunicaciones son las más propensas a ligar y pensar que está bien tener una relación en el lugar de trabajo (99%), mientras que las que trabajan en educación son las más propensas a creer que es un problema (7%). Como siempre, cada persona es un mundo y ni todos los que trabajan en ese sector o en un departamento concreto son iguales ni lo hacen.

Qué dilemas se planean

Pese a lo que podamos pensar de inicio, el 93% de los encuestados opina que no hay problema en que los compañeros de trabajo salgan juntos o tengan una relación sexual o estén dispuestos a ligar con un compañero. Los mayores de 55 años están algo menos convencidos, con un 89%, pero este grupo de edad es también el que tiene más probabilidades de estar casado con alguien con quien empezó a salir en el trabajo. 

Lo cierto es que ligar o mantener un romance o aventura en la oficina no es tan fácil a priori ya que aparecen ciertos dilemas personales y profesionales que seguramente no aparecen en otras circunstancias y que no siempre culminan en una relación exitosa. Aunque las relaciones en el lugar de trabajo pueden llegar a ser un éxito, es importante ser consciente de los problemas potenciales que pueden causar.

"Ligar y las relaciones en el lugar de trabajo son delicadas, ya que pueden percibirse situaciones de: favoritismo real o percibido, disminución del rendimiento laboral (debido a distracciones, retrasos y/o ausencias evitables), e intercambio no autorizado de información sensible/confidencial”, nos dice Lombardía. 

“Muchas empresas también se preocupan por el ambiente laboral negativo que podría conllevar la posible ruptura sentimental entre dos empleados que trabajan juntos. Todas estas implicaciones potenciales se consideran comportamientos disfuncionales en el lugar de trabajo”, concluye.

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