El mindfulness sexual es una herramienta con años de tradición que nos puede ayudar a vivir las relaciones sexuales de una manera más presente y sin ningún tipo de juicio ni hacia nosotros mismos ni hacia la otra persona. Seguro que te estarás preguntando en qué consiste el 'mindful sex' o el mindfulness sexual así que vamos a tratar de explicártelo.

Esta herramienta es una técnica milenaria que comenzó a aplicarse en Occidente a través de Jon Kabat-Zin, profesor de Medicina de la Universidad de Massachusetts, que hizo popular esta filosofía gracias al programa Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) y que en la actualidad se usa como terapia en muchos gabinetes de psicología junto a Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness.

El mindfulness sexual se basa en no juzgar al otro ni a ti mismo y en el principio de compasión hacia uno mismo y los demás. Esto ayuda a vivir el sexo de una manera más sana y sin tabúes que impidan que sea plenamente satisfactorio y placentero. Es muy importante para mejorar la comunicación con la pareja y vivir plenamente las relaciones sexuales, ya que facilita un conexión más amplia. 

Beneficios del mindfulness sexual

Entre los beneficios que aporta esta herramienta se encuentra una reducción del estrés y de la ansiedad ya que la persona se centra en el aquí y ahora y en sentir en ese preciso momento. Además, ayuda a explorar en el placer, a buscar la satisfacción sin prejuicios y mejora así la experiencia sexual y el orgasmo, ya que no se centra solo en el momento del clímax sino en vivir el sexo con mayor intensidad durante todo el tiempo que dura la actividad sexual.  

Cómo practicar el mindfulness sexual

Con la ayuda de Megwyn White, directora de Educación de Satisfyer y sexóloga clínica certificada, te proponemos tres técnicas para poder poner en práctica el mindfulness sexual. 

- Conecta mente y tacto. Prestar atención al lugar donde sientes el tacto te ayuda a mantenerte conectado con tu cuerpo en el momento y también evita que te distraigas con otros pensamientos que puedan entrar en tu mente. Recientemente se ha investigado el uso de escáneres cerebrales por resonancia magnética para demostrar que pensar en una parte concreta del cuerpo realmente ayuda a iluminar una región del cerebro asociada a la sensación de esa parte. 

Esta investigación ha ayudado a los científicos a comprender el fenómeno de las mujeres que pueden llegar literalmente al orgasmo pensando. Tanto si es tu caso como si no, puedes utilizar esta información para mejorar tu experiencia corporal en cada momento en que sientas placer. Si te concentras en tu interior, en lo que te tocan y en cómo te hace sentir ese tacto, incluyendo la temperatura, la presión y la calidad del mismo, puedes ayudar a reforzar estas vías de placer y también a ser más competente a la hora de expresar exactamente lo que te hace sentir bien con tu pareja.

- Respira profundamente, relájate y déjate llevar. Nuestra respiración establece una fuerte conexión con nuestra capacidad de sentir placer. Cuando hacemos respiraciones conscientes y más profundas, ayudamos a facilitar una sensación de seguridad y receptividad. Esto tiene que ver con la respiración y su conexión con el sistema nervioso parasimpático, la parte de tu sistema nervioso que se encarga de la relajación. Trabaja tu sistema nervioso simpático para darte la experiencia del orgasmo y el placer. 

Cuando tu respiración es superficial, puede mantenerte estresado y limitar tu capacidad de experimentar el placer en el momento. Las respiraciones en las que te centras en exhalaciones más largas e inhalaciones profundas, y en momentos en los que juegas con la dinámica rítmica de la respiración, pueden ayudar a facilitar que la energía y que la sangre también fluya hacia los genitales a medida que aumenta la excitación. Una forma de ayudar a facilitar respiraciones más profundas es llevar la mente al tacto y también expandir la respiración hacia el tacto. 

Nuestra respiración puede fluir hacia muchas zonas del cuerpo, como la caja torácica, la pelvis y el vientre. Tendemos a respirar habitualmente y a menudo perdemos la oportunidad de llevar oxígeno y movimiento a estas zonas. El tacto sensual nos da la oportunidad de explorar estas facetas de la respiración con el bucle de retroalimentación del tacto para conectar nuestro sistema nervioso a estas áreas que pueden ayudar a que el mapa de placer de nuestro cuerpo se ilumine.

- Habla y expresa tus deseos. Nuestra voz está íntimamente ligada a nuestra sexualidad, no sólo en sentido figurado, sino literalmente. Nuestra voz puede mediar una conexión con nuestro sexo a través del nervio vago, un plexo neurológico clave que nos permite permanecer en la experiencia del placer. Emitir sonidos suaves puede ayudar a desbloquear esta conexión y relajar el cuerpo y la mente para permanecer dentro de la experiencia y no dejarse llevar por las distracciones del día. 

Una forma estupenda de ayudarte a entender esta relación es practicar el dejar salir la voz en la intimidad de la masturbación. Algunas mujeres, en particular, piensan que los sonidos siempre responden a un placer intenso, pero no suele ser así. Los sonidos suaves son vibraciones naturales y ayudan a dinamizar las conexiones neurológicas que están ligadas al placer. 

"Si se tiende a encerrar tu voz o a reprimir tus emociones o a juzgar la expresión sexual, hacer zumbidos suaves o gemidos viscerales mientras uno se masturba, esto puede ayudar a estimular el placer en el momento a través de la conexión de tu nervio vago y ayudarte a ganar confianza para ser más expresivo sexualmente con tu pareja. Puede llevar tiempo, pero debes saber que, si te sientes cómodo liberando tu voz primaria, también te resultará más fácil expresar tus deseos", dice la experta. 

"A medida que surjan estos deseos, intenta compartirlos con tu pareja. Puede que también te resulte más fácil a medida que te sientas más seguro al emitir los sonidos más primarios. Al fin y al cabo, 'somos animales' y por eso los sonidos vocales suelen ser la clave del apareamiento en la naturaleza", concluye.

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