La masturbación es considerada la mayor fuente de autoconocimiento de la propia sexualidad que tienen tanto hombres como mujeres. Se trata de una práctica sexual que, a pesar de que en el caso de las mujeres sigue siendo un tabú en muchas ocasiones, está cada vez más normalizada. De hecho, en mayo se celebra el Día Mundial de la Masturbación, lo que hace indicar que cada vez se ve como una manera de disfrutar el placer natural y satisfactoria.
De hecho, según el estudio Evolución de la sexualidad de la mujer española realizado para Gleeden, la masturbación en solitario es la segunda actividad alternativa al coito más común entre las mujeres españolas, después del sexo oral. El 91 por ciento de las españolas afirma practicar la masturbación en solitario y un 41 por ciento de ellas lo hace frecuentemente. La tercera actividad alternativa a las relaciones sexuales es la masturbación en pareja, que nueve de cada 10 mujeres afirman practicar (un 48 por ciento lo hace con frecuencia).
Y es que, además de reducir el estrés, liberar la tensión y mejorar la calidad del sueño, la masturbación juega un papel clave en el desarrollo sexual saludable. “La masturbación aporta lo mismo tanto en hombres como en mujeres”, explica Mariona Gabarra, sexóloga de Gleeden, “la principal diferencia está en que la masturbación femenina ha sido siempre un tabú”.
La franja de edad más activa en cuanto a masturbación es entre los 20 y los 30 años: un 64 por ciento de mujeres de esta edad se masturba en solitario frecuentemente y un 23 por ciento lo hace de manera ocasional, mientras que todas ellas afirman hacerlo en pareja. A medida que avanza la edad se reduce la frecuencia, aunque el porcentaje de mujeres que lo practica es el mismo. Entre los 31 y los 40 años un 48 por ciento afirma hacerlo frecuentemente, mientras que el 44 por ciento solo ocasionalmente. Y entre los 41 y los 50 años, tres de cada diez de mujeres apuesta por la masturbación a menudo.
Según la sexóloga Gabarra, “en la actualidad, sigue costando mucho a las mujeres reconocer que se masturban, incluso, a muchas de ellas, también les cuesta masturbarse: no saben cómo hacerlo”. Esto es consecuencia de lo poco que se ha hablado de la masturbación femenina en general. De hecho, prácticamente nunca se había hablado de ella hasta la aparición del Satisfyer, que consiguió que mujeres de todas las edades hablasen públicamente sobre la masturbación.
Masturbación y deseo
Existe un gran mito en torno a la masturbación que dice que si se practica de forma frecuente esto puede hacer que luego el sexo en pareja no sea tan satisfactorio. Esto es algo que hay que derribar, ya que se ha demostrado que suele ser al contrario, ya que el autoconocimiento de lo que a cada uno le gusta y le da placer es fundamental para luego poderlo compartir con la pareja y disfrutar juntos de unas relaciones sexuales más satisfactorias y saludables.
Según los datos del citado estudio, el 79 por ciento de sus usuarios afirma que la masturbación complementa las relaciones sexuales con su pareja, mientras que un 11 por ciento destaca que incluso las mejora. No en vano, los expertos afirman que las mujeres que se masturban tienen relaciones de pareja mucho más satisfactorias, comparadas con las que no lo hacen.
“Que una persona se masturbe no quiere decir, en absoluto, que su pareja no le llene en el plano sexual. La masturbación es una manera de tener más ganas de practicar sexo, porque la persona va manteniendo la actividad sexual, lo que nos lleva a otro tabú: comúnmente se piensa que al masturbarse se pierden las ganas de tener sexo con la pareja, lo que tampoco es verdad. La masturbación aumenta el deseo sexual”, nos explica la sexóloga.
Lo que está claro, y así lo afirma la mayoría, es que la masturbación les ha ayudado a conocerse mejor sexualmente y a disfrutar más del sexo. Mariona Gabarra concluye afirmando que “deberíamos empezar a ofrecer educación sexual al respecto, y ser muy claros con la masturbación, incluso promoverla, para que las personas jóvenes, especialmente mujeres, puedan empezar a disfrutar muchísimo más de las relaciones sexuales” tanto solas como en pareja.
¿Masturbación en pareja?
También la masturbación en pareja puede tener grandes beneficios para mejorar las relaciones sexuales e incluso para fomentar y reforzar el vínculo entre los dos miembros. Entre los beneficios se encuentra un incremento de la confianza entre ambos miembros de la relación de pareja. Se trata de conocerse mejor uno al otro, de hablar y de comunicarse para saber qué es lo que el otro desea y lo que le gusta o no le gusta. Os dará además un conocimiento mutuo que ayudará a que os sintáis más cómodos a la hora de tener relaciones íntimas y el otro sabrá cuál es la mejor manera de excitarte y llegar así al orgasmo de una forma más placentera.
Podéis empezar poco a poco, en un ambiente íntimo y en el que los dos os sintáis cómodos. Es importante hablar, explicar lo que queremos y escuchar lo que el otro desea para poder compartir un momento en el que los dos tengáis ganas de más. Incluso la masturbación en pareja aumenta el deseo sexual y puede potenciar los orgasmos. Recuerda que al orgasmo no se llega solo a través de la penetración y que no hay nada más divertido que descubrir qué le gusta a la otra persona.
La masturbación en pareja es además una buena fórmula para salir de la rutina. Hay veces en las que el sexo se vuelve rutinario y esto hace que la pareja pueda alejarse. Probad cosas divertidas, quizá algún juguete sexual, y tratad de volver a encontrar esos momentos solo para vosotros en los que centraros en vuestro propio placer pero también en el de vuestra pareja.
Ya si hablamos de beneficios físicos, la masturbación genera una buena dosis de hormonas beneficiosas para el organismo que nos ayudarán a dormir mejor, a reducir los niveles de estrés y bajar incluso el nivel de dolor que podamos tener. Incluso hay estudios que afirman que el orgasmo fortalece el sistema inmunológico.