Relación fluida o relaciones abiertas son algunas de las expresiones del amor que han salido a la luz en los últimos tiempos y que reivindican ser reconocidas en el siglo XXI. De hecho, casi uno de cada cinco españoles prefieren una relación de pareja que no sea monógama y son muchos los que opinan que se puede amar a más de una persona a la vez.
La monogamia (régimen de convivencia familiar con una sola persona como cónyuge o pareja) ha permanecido como la estructura principal de las relaciones durante siglos. Sin embargo, la infidelidad y el divorcio han existido durante tanto tiempo como los matrimonios y las relaciones de pareja; por ello, no sorprende que otros modelos de relación también hayan estado presentes, generalmente de manera más escondida o discreta.
El amor siempre ha sido un tema complejo y muchas veces tenemos la solución delante y no queremos verla. A veces, a pesar de intentar nuevas prácticas o hábitos, la compenetración de la pareja se termina y es mejor optar por nuevas alternativas o simplemente cambiar las tornas y a otra cosa mariposa. Vivimos en tiempos muy cambiantes en los que el acceso a la tecnología y la etapa de la inmediatez han transformado por completo la forma que tenemos de relacionarnos entre nosotros. Seguro que has oído hablar de relaciones abiertas o relación fluida y hay veces que surgen dudas para diferenciarlas.
Ningún modelo de relación es mejor que otro, cada uno debe luchar por sus principios y descubrir lo que verdaderamente le compensa y lo que le hace feliz, ya que al final es la misión más importante que tenemos en la vida. Es indispensable estar informados, saber con qué opciones contamos y abrir la mente y la imaginación a nuevas prácticas que pueden sorprendernos más de lo que nos imaginamos.
Por eso, han preparado una guía en la que te explicamos cómo comportarte y qué actitudes tomar según el tipo de relación no-monógama en la que te encuentres o que quieras explorar.
Relación fluida, ¿cómo es?
No muchas personas saben a qué se refiere el término relación fluida con exactitud. Son tantos los modelos que existen actualmente que uno puede acabar confundido y es habitual confundir una relación fluida con otras cosas como la infidelidad. Pues bien, este tipo de relaciones comparten algunas de las características de una relación monógama tradicional, ya que “conserva la parte de la pareja principal, pero plantea una mentalidad más abierta. Las relaciones fluidas no tienen valores tan rígidos y no se cierran a experimentar a nivel sexual con otras personas”, afirma Lara Ferreiro, colaboradora experta de la plataforma Ashley Madison y que ha sido elegida como una de las seis mejores psicólogas de Madrid en 2023.
En resumen, en una relación fluida ambas partes han sentido en algún momento el deseo de conocer o experimentar con otras personas, pero quieren seguir manteniendo el vínculo tradicional. Algunas recomendaciones para que este tipo de relación sea fructífera son las siguientes:
- Confianza, respeto y empatía. No puedes olvidar que la otra persona debe estar cómoda y segura de lo que está haciendo si decidís abrir la relación.
- Hacer una lista de miedos. Según Ferreiro, una buena práctica es que cada uno de los miembros escriba en un papel los problemas que podrían ocurrir si experimentan con otras personas, de esta manera sabrán cómo afecta esto a sus respectivas parejas.
- Si sientes que no sientes celos porque tu pareja esté con otras personas y viceversa, es una señal para que te atrevas a probar nuevas experiencias sexuales.
- Acuerdos. Es necesario que los dos lleguéis a un acuerdo común. Ferreiro asegura que “si un miembro de la pareja tiene inseguridades, es imprescindible trabajarlo de manera conjunta antes de flexibilizar la relación”.
- Explorar, salir de la zona de confort. Plantea juegos y relaciones sexuales con otras personas. Por ejemplo, podéis acudir a un lugar de intercambio de parejas solo para mirar y tener sexo en pareja sin intercambiar y luego ver cómo os sentís. Si veis que todo ha funcionado, preguntaos cómo os habéis sentido y si os gustaría repetir.
Diferencias con una relación abierta
Según Ferreiro, el término relación abierta hace referencia a todas “aquellas relaciones no monógamas consensuadas en las que ambas partes llegan a un acuerdo común donde es posible tener relaciones sexuales fuera de la pareja, es decir, no existe una exclusividad sentimental y/o sexual y las relaciones externas no son consideradas una infidelidad”.
Existen muchas formas de relación abierta. Una de ellas puede ser el poliamor, si sois más de tres y entre todos tenéis sexo y sois parejas o, por ejemplo, la triada, una pareja conformada por tres miembros. Las personas que comparten este tipo de relaciones suelen tener una mentalidad abierta sobre las relaciones o el amor de pareja y no la posesión del otro. Este tipo de amor promueve la espontaneidad, las nuevas experiencias y los cambios y, según los estudios realizados por Ferreiro, la libertad de estos vínculos podría generar una mayor confianza en la pareja.
Si te estás planteando abrir tu relación te dejamos una lista de pasos que debes seguir:
- Marca normas y límites.
- Haz una lista de las posibles dificultades que podríais tener en pareja y trabajadlas.
- Si en realidad abres la relación para buscarte otra pareja, deja a la que tienes. No te engañes a ti mismo. Según la psicóloga, muchas veces las personas emplean abrir la relación como una válvula de escape, ya que uno o ambos miembros no quieren estar con su pareja, pero tampoco terminar la relación. Esta situación se debe muchas veces a la sensación de seguridad y comodidad que nos lleva al conformismo.
- Sigue reforzando tu autoestima. No dejes de trabajar en tu amor propio, es algo que todos tenemos que fomentar, independientemente del modelo de relación
- Escucha tu interior. Asegúrate de qué es lo que realmente quiere, muestra tus emociones y comunícate desde la asertividad.
- Explora y sal de tu zona de confort. Si queréis ir más allá, da una oportunidad al poliamor o la triada, puede ser la alternativa óptima para vosotros.
- Acudid a un psicólogo profesional o terapia de pareja, este os ayudará a gestionar la relación y a establecer las reglas necesarias para que funcione.