El pacto de no agresión, ese acuerdo tácito entre Real Madrid y Atlético ha saltado por los aires con el 'affaire Theo'. Ya no sólo es el momento elegido por el Real Madrid, con las semifinales de Champions en juego, sino las formas empleadas siempre después de mover ficha. La ulterior negociación de la carta de libertad del futbolista, por encima de su cláusula, refleja la anuencia del Atleti para finiquitar un asunto irreversible.
Las relaciones entre las directivas se han enfriado definitivamente por más que pongan buena cara y ya quedó patente en la comida previa al choque del Bernabéu. Finalmente habrá almuerzo este miércoles pese a haberse anulado en un primer momento, encuentro que servirá para tensar más la cuerda porque en él podrían delimitarse las condiciones del acuerdo que se finiquitará el jueves con la eliminatoria ya resuelta.
Miguel Ángel Gil Marín, Consejero Delegado del Atleti, es quien ha negociado y discutido con José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, las condiciones tras mostrar su enfado por la manera de proceder. De hecho, el malestar colchonero planteó la posibilidad de denunciar a la FIFA la operación del Madrid para con su jugador, aunque Gil optó por negociar y lograr más dinero ante la imposibilidad de cambiar la opinión de Theo. En eso es especialista.
De los 26 millones que figuran en su cláusula se pasarán a los 30 y ése será el coste de la ruptura del pacto. Las voces más críticas, siempre desde fuera, contagiaron a miembros de la directiva ante dos hechos que nada gustaron: el tifo del Bernabéu y la agresión de Sergio Ramos. En ninguno de los dos casos el Atleti se movió pese a tener motivos para hacerlo, pero el mosqueo se multiplicó. Y el Real Madrid es consciente de ello.
En este nuevo escenario que se perfila tras el 'affaire Theo' y con el pacto roto el Atleti medita pasar al ataque. Ya lo deslizó cuando se conoció que el Madrid se postulaba para abonar la cláusula de Theo Hernández y puso su objetivo en un jugador: Marcos Llorente. Cedido en el Alavés, su temporada ha sido tan brillante como la del menor de los Hernández, y Simeone lo tenía anotado en sus preferencias. "Marcos quiere jugar en el Madrid pero si no... el Atlético es un grande al que podría ir", confesó su padre Paco Llorente recientemente en RadioMarca advirtiendo de las dificultades para que su hijo pueda tener minutos y hueco en la plantilla madridista.
Los acontecimientos pueden provocar una ofensiva rojiblanca mayor en pos de Llorente y de otros futbolistas apetecibles como Morata e Isco. Los dirigentes del club rojiblanco advirtieron a los del Madrid su intención de ir a por el delantero el verano pasado y podrían volcarse en Álvaro en esa búsqueda de un 9 top para el próximo proyecto. Sin olvidar a Isco, que no ha renovado con la entidad merengue y al que pretende el Barcelona. El jugón, que acaba contrato en 2018, es otra de las posibilidades que gustan en el Atlético y al que podrían acercarse después del restablecimiento de hostilidades entre las dos entidades tras el culebrón Theo.