El periodista Carlos Ferrando, comentarista de la prensa del corazón y con una extensa trayectoria en diferentes medios de comunicación, ha fallecido a los 76 años, según ha confirmado su entorno este miércoles, 14 de agosto, a través de redes sociales.
Así, su amiga Alejandra Grepi ha expresado sus "sentimientos" por la "pérdida" de su "amigo" en un mensaje publicado en Instagram acompañado de una foto reciente juntos. "Querido amigo, no podía imaginar que tres días después de esta foto no te volvería a ver, tantos años, recuerdos, viajes, risas, lágrimas, confidencias, fiestas, conversaciones frívolas y profundas, confesiones, ternura, complicidad", subraya Grepi, quien entró en su domicilio y lo encontró en estado de deshidratación.
También ha llorado su muerte el presentador de televisión César Heinrich: "Me tengo que despedir de ti y aún no lo he colocado. Creo que en cualquier momento me vas a llamar para contarme lo que has visto en la tele", asegura en su cuenta de Instagram.
Además, ha destacado su trayectoria en el periodismo del corazón. "Esa prensa que creaste, siendo el primero que escribía como hablaba, hablaba en la radio como pensaba y decías en la tele las cosas que a muchos les hubiera gustado poder decir hoy en día", ha añadido Heinrich.
"Algo se me va contigo, Carlos. Hace 18 años llegamos a nuestras vidas para quedarnos, pero el tiempo se acabó y ahora solo me tranquiliza saber lo satisfecho que estabas de todo lo que has vivido", ha expresado en la misma red social otro de sus amigos, Álex Gutiérrez.
Por otra parte, se está investigando si el periodista podría haber fallecido por un golpe de calor, coincidiendo con el aviso del SAMUR en la tarde del martes.
ser o no ser
XD.... de un golpe de calor dentro de casa y sin haber salido. Deshidratación es posible, nadie lo cuidaba y en ancianos es muy frecuente. Hasta que no se realice la autopsia esto no se puede afirmar. Su amiga llamo a este señor durante tres días y no respondía, por eso se acerco a su domicilio. Es uno mas de los ancianos que mueren solos en casa, porque no existe un protocolo de seguimiento de estas personas vulnerables.