Tamara Falcó parece estar recibiendo continuas señales del universo –o del metaverso- para que no se case, pero ella hace caso omiso y está empeñada en seguir con su boda con Íñigo Onieva, que se celebra el 8 de julio en el Palacio El Rincón, a pesar de que no paran de sucederse infortunios de la vida.
Los dos últimos han sido que la expareja de su madre, Isabel Preysler, el escritor Mario Vargas Llosa se encuentra ingresado en el hospital por covid desde el sábado, lo que ha suscitado una gran preocupación por su estado de salud ya que tiene 87 años; y el robo de las joyas de la boda de Tamara en el que tres ladrones, que se hicieron pasar por guardia civiles de paisano, atracaron a punto de pistola y con un hacha, a los joyeros Del Páramo Vintage, que trasladaban en su coche un muestrario de piezas de un valor de dos millones de euros, de Madrid a Valladolid, como os contamos en Vozpópuli.
Después, la sombra de la infidelidad vuelve a acechar sobre Íñigo Onieva, después de que una mujer policía haya asegurado que tuvo relaciones con él. Las pruebas de su affaire, que ocurrió hace un año, podrían salir a la luz, tanto audios como conversaciones telefónicas subidas de tono.
Además, hay que recordar que Tamara Falcó llegó a quedarse sin vestido de novia después de las desavenencias que tuvo con las diseñadoras de Sophie et Voilà, con las que se rompió el contrato que tenía. Al final tuvo suerte, y gracias a los contactos de su madre, Carolina Herrera se está encargando de diseñar los dos vestidos de novia que lucirá la marquesa de Griñón, aunque parece que aún no están terminados a cinco días de la boda.
Muchos consideran que todo esto no paran de ser señales y que la boda está gafada desde el principio ya que nada más conocerse su anuncio de compromiso, salió a la luz un vídeo que dejaba al descubierto que Íñigo Onieva había sido infiel a Tamara, ya que en las imágenes se le veía besándose con otra mujer, en el festival Burning Man en Nevada.
Isabel Preysler e Íñigo Onieva se pronuncian sobre el robo de las joyas de la boda de Tamara Falcó
Después de que se publicara que las joyas que fueron robadas eran las de la novia, Tamara Falcó, se han conocido más datos sobre este robo de joyas tan surrealista que se produjo el jueves sobre las 21:35 de la noche en la carretera A-6 a la altura del término de Las Rozas (Madrid).
A las pocas horas de producirse el robo de las joyas, Isabel Preysler se pronunció al respecto y negó que fueran para ella o su hija. “Las joyas no son mías, tampoco de Tamara”, señaló.
Del Páramo Vintage Joyas, también aclaró a través de su Instagram lo siguiente: "En relación a las joyas sustraídas, nos vemos en la obligación de desmentir que fueran para Tamara Falcó".
Entre los detalles que han trascendido hasta ahora, es que las joyas que robaron a Del Páramo Vintage Joyas, entre las que se encontrarían collares, pendientes, brazaletes o pulseras, "eran para ofrecerlas en préstamo a algunas invitadas por parte del novio [Íñigo Onieva]", ha publicado ‘Abc’.
Íñigo Onieva, novio de Tamara Falcó, también se pronunció al respecto cuando le preguntaron los periodistas. “Eso no es nuestro, eso será de otra pareja”, señaló, para después añadir: “Desafortunadamente para ellos ha pasado eso, pero nosotros no somos. Gracias por el interés, pero todo está perfecto”.
A pesar de los rumores de infidelidad que hay sobre él, el empresario se mostró tranquilo: “Estamos perfectamente y todo está bien. Ningún tipo de estrés, más allá del típico que pueda tener cualquier matrimonio antes de casarse”, aseguró.
Tras estas declaraciones queda claro que las joyas robadas no son las que Tamara Falcó llevará el día de su boda, que tal y como ella desveló en la revista '¡Hola!', serán la tiara de diamantes familiar que ya llevó su cuñada, Amparo Corsini, el día de su boda con Manuel Falcó, y unos pendientes de Tous Atelier, marca de la que la marquesa es imagen.
En cuanto al robo de las joyas, las víctimas, que eran dos hermanos joyeros, un hombre y una mujer, hijos de los dueños de la joyería, presentaron una denuncia en la Comandancia de la Guardia Civil por robo con violencia y la Unidad Orgánica Policía Judicial abrió una investigación. Las pesquisas judiciales están ahora en manos del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Majadahonda.
