Un cambio histórico en el sector del delivery. La empresa de reparto a domicilio Glovo ha anunciado un cambio radical en su modelo laboral en España. A partir de ahora, la compañía operará con repartidores contratados, abandonando el controvertido modelo de 'falsos autónomos' que le ha valido numerosas críticas y sanciones. Este cambio se produce después de que la fiscalía acusara al consejero delegado de la empresa, Óscar Pierre, de mantener a los repartidores bajo un modelo de falsos autónomos pese a la Ley Rider y el fallo del Tribunal Supremo que lo prohíbe.
Glovo busca evitar incertidumbres legales y mejorar su imagen
La empresa asegura que este cambio responde a su "firme compromiso con España" y al impulso de la economía digital en el país. Sin embargo, la decisión llega en un momento delicado para Glovo. El Ministerio de Trabajo estima que este cambio significará la regularización de 61.000 personas que han repartido para Glovo desde 2021. Además, la empresa adeuda 267 millones de euros en cotizaciones impagadas a la Seguridad Social. Just Eat, competidor de Glovo que sí contrata a sus repartidores, ha denunciado a la empresa por competencia desleal, reclamándole 295 millones de euros en daños y perjuicios.
El nuevo modelo laboral de Glovo
El nuevo modelo laboral de Glovo se aplicará a todas las ciudades en las que opera, más de 900 en toda España, y a todas las verticales de la aplicación. Glovo asegura que la experiencia de usuario y de los restaurantes no se verá afectada. La empresa se ha comprometido a abrir una mesa de diálogo con los agentes sociales para dotar de todas las garantías al proceso. Delivery Hero, la propietaria de Glovo, ha anunciado que este cambio tendrá un impacto de 100 millones de euros en su EBITDA ajustado para el 2025. También ha elevado las provisiones de gasto por el impacto de multas, reclamaciones de IVA y cotizaciones atrasadas.
Reacciones al anuncio de Glovo
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y responsable del Ministerio de Trabajo, ha celebrado el anuncio de Glovo, considerándolo una "victoria para la democracia". Díaz ha recordado que ninguna empresa, "por grande que sea", puede imponerse a la legalidad. Ha precisado que el cambio de modelo en Glovo no detiene las reclamaciones de Inspección de Trabajo ni el proceso penal en curso. El anuncio de Glovo marca un antes y un después en el sector del reparto en España. La decisión podría sentar un precedente para otras empresas que operan con modelos similares.