Economía

La banca española sí disfruta de los depósitos del BCE: tiene 231.000 millones al 3%

Las entidades siguen negándose a declarar una “guerra del pasivo” para captar ahorro, gracias al exceso de liquidez que les ha proporcionado gratis el banco central

  • Banco Central Europeo

Había una cierta expectación por las declaraciones de los consejeros delegados de los principales bancos españoles, con ocasión de la presentación de los resultados del primer trimestre. Pero, ya se sabe, cuanta más expectación hay mayor es la decepción. Y así ha sido, a falta de que Caixabank presente la próxima semana las cuentas del periodo enero-marzo.

El drama no está en que se vaya a producir una “guerra del pasivo” en busca del ahorro de los hogares, algo que ya han descartado todas las entidades financieras. El drama es la ausencia de necesidad que muestran sus principales ejecutivos por trasladar al pasivo la subida de tipos de interés que sí han llevado a cabo en los créditos. Como dijeron con ocasión de los resultados anuales de 2022, a los bancos españoles les sobra dinero. 

María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bakinter, aseguró hace unos días que "aún no es el momento de remunerar los depósitos”; Héctor Grisi, principal ejecutivo de Banco Santander, destacó que la entidad “no tiene previsto poner en marcha ningún plan de remuneración del ahorro para captar depósitos”; Onur Genç, de BBVA, manifestó que “no hay necesidad de subir la remuneración de los depósitos, porque hay un exceso de liquidez”. El último en pronunciarse ha sido César González-Bueno, quien lleva el día a día de Banco Sabadell: “la subida de la remuneración del ahorro llegará, pero ahora no es el momento, porque no estamos en niveles de tipos de interés del 7%, por ejemplo; estamos en tipos relativamente bajos”.

La respuesta a esta compleja situación hay que buscarla en los datos del último estado financiero consolidado del Eurosistema, publicado por el BCE el pasado martes. Los bancos de los países de la Eurozona y de aquellos que todavía no han podido (o no han querido) hacerlo 'guardaban' en la denominada “facilidad de depósito” del Banco Central Europeo nada menos que 4.181.624 millones de euros; sí, casi 4,2 billones, el 54,2% de su pasivo. Es la mayor partida del pasivo de la entidad que preside Christine Lagarde, por delante de los billetes en circulación (1,56 billones). Desde el pasado 22 de marzo, fecha de la entrada en vigor de la subida del precio oficial del dinero desde el 3% a 3,5% decidida por el BCE, la facilidad de depósito ofrece una rentabilidad del 3%.

El Banco de España define la facilidad de depósito como el instrumento de política monetaria del BCE “que permite realizar depósitos a un día a las entidades financieras en los bancos centrales nacionales, siendo estos remunerados al tipo de interés establecido por el BCE. Si estos tipos son negativos existirán escasos incentivos para que las entidades de crédito depositen su dinero en el banco central”. Su contrapartida sería la “facilidad marginal de crédito”, que permite obtener liquidez de los bancos centrales nacionales a un día y a un tipo de interés, hoy, del 3,75%. Este renglón en el último balance del Eurosistema estaba vacío. 

Rentabilidad de los depósitos del BCE

Los más de cuatro billones que todo el sistema financiero de Unión Europea tiene “aparcados” en la facilidad de depósito ofrecen una rentabilidad diaria  de 343,7 millones de euros, o lo que es igual, 125.500 millones de euros anuales llegado el caso.

De acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España, las entidades financieras nacionales tenían a cierre de marzo depositados en la facilidad de depósito 230.661 millones de euros, lo que les permite recibir diariamente unos réditos de 19 millones de euros. En un año podrían ascender a 6.919 millones si la cantidad se mantuviera inalterada durante 365 días.

El dinero “aparcado” por la banca europea en la facilidad de depósito del BCE ha experimentado un incremento exponencial en menos de un año. Hasta  mediados de septiembre de 2022, el BCE castigaba a los bancos que depositaban su dinero en ese instrumento financiero y no lo prestaban a la economía real, cobrando un tipo de interés que llegó a ser del 0,4%. Ahora, después de seis subidas consecutivas del precio oficial del dinero, la fotografía fija del balance del Eurosistema ha variado radicalmente. 

Las facilidades del BCE permiten a la banca recibir diariamente unos réditos de 19 millones. En un año podrían ascender a 6.919 millones si la cantidad se mantuviera inalterada durante 365 días

En agosto de 2022, cuando el BCE sólo había llevado a cabo su primera subida de tipos en más de seis años (del 0% al 0,50%), los bancos europeos tenían guardados en la facilidad de depósito apenas 648.621 millones de euros y en cuentas corrientes, incluidas las reservas mínimas que exige la legislación, 3,922 billones. Hace dos semanas, la facilidad de depósito estaba a reventar (4,016 billones) y las cuentas corrientes con “sólo” 164.947 millones.

Los bancos españoles no son diferentes a los europeos. En las mismas fechas, tenían almacenados en la facilidad de depósito 6.262 millones de euros y en noviembre llegaron a tener 354.000 millones, El hecho de que hayan devuelto parte de la última TLTRO (financiación a largo plazo en condiciones especiales del BCE) ha reducido la cifra total a los actuales 230.700 millones.

Y mientras ese dinero permanece en el BCE a la espera de mayores réditos, los bancos españoles siguen remunerando las cuentas corrientes de las familias a una media del 0,08%; y los depósitos a plazo, al 0,86%, según los últimos datos recogidos por el Banco de España, correspondientes al pasado mes de febrero. En estas últimas había custodiados a finales de febrero un total de 922.922 millones de euros y en depósitos a plazo, 65.860 millones

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