La tasa de inflación interanual de la zona euro se aceleró una décima en abril en comparación con el mes anterior, alcanzando así el 7%, frente al 6,9% del mes de marzo, presionando al Banco Central Europeo (BCE), que se reunirá este jueves, para continuar elevando los tipos de interés.
Según los datos preliminares publicados por Eurostat, en el mes de abril la energía registró un alza interanual del 2,5%, después de la bajada del 0,9% del mes anterior, mientras que el precio de los alimentos alivió su escalada al 10% desde el 14,7%. En el caso de los servicios, los precios subieron en abril un 5,2% interanual, una décima más que en marzo, pero los bienes industriales no energeticos se encarecieron un 6,2%, cuatro décimas menos que en marzo.
De este modo, al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa interanual de inflación en abril se situó en el 7,5%, frente al 7,9% del mes anterior, mientras que al dejar fuera también el impacto del precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente de inflación se moderó al 5,6% desde el 5,7% del mes anterior.
Entre los países cuyos datos estaban disponibles, los incrementos de precios menos intensos se observaron en Luxemburgo (2,7%), seguido de Bégica (3,3%) y de España y Chipre (ambos 3,8%). Por el contrario, las subidas de precios más acusadas se registraron en Letonia (15%), por delante de Eslovaquia (14%), así como de Lituania (13,35) y de Estonia (13,2%).
El alcohol y tabaco, de las mayores subidas
La evolución de la inflación en la eurozona se torna así ligeramente a la alza tras cinco meses de descensos desde que en noviembre de 2022 alcanzó un 10,1% gracias a la bajada de los precios de la energía. Entre los componentes de la inflación, el mayor impacto en la subida del indicador en abril lo ejercieron los precios de los alimentos, alcohol y tabaco, pese a que en abril moderaron su incremento al 13,6%, en comparación con el 15,5% registrado en marzo.
También subieron en menor medida los precios de los bienes industriales no energéticos (un 6,2% en abril frente al 6,6% en marzo), mientras que los precios de la energía volvieron a repuntar un 2,5%, en comparación con el descenso del 0,9 % del mes anterior; y los de los servicios aumentaron también en una décima, hasta el 5,2%.
Los datos llegan dos días antes de que el consejo de Gobierno del BCE celebre su próxima reunión de política monetaria, en la que podría volver a subir los tipos puesto que Fráncfort mantiene el objetivo de llevar la tasa a su meta del 2 % y considera que las subidas aplicadas en los últimos meses están empezando a dar sus frutos.
En su última reunión, el BCE aumentó los tipos en otros 50 puntos básicos, hasta el 3,5%, pese a que las turbulencias sufridas en marzo por bancos como el SVB y otras entidades en Estados Unidos, o el Crédit Suisse en Suiza, pusiesen en cuestión el efecto que están teniendo sobre las entidades financieras las subidas de tipos aplicadas por los bancos centrales de todo el mundo.
PijoListo
La inflación es otra señal engañosa. Es significativo por sí solo, pero no tiene correlación con el ciclo económico. A principios de la década de 1960, teníamos una baja inflación y un fuerte crecimiento. A fines de la década de 1970, teníamos una alta inflación y un crecimiento débil. A fines de la década de 1990, teníamos una inflación moderada y un fuerte crecimiento. En la década de 2010, tuvimos baja inflación y bajo crecimiento. ¿Alguien ve una correlación allí? Simplemente no hay. El crecimiento y la inflación no están empíricamente correlacionados. Podemos estar de acuerdo en que la inflación es mala (aunque la deflación es igual de mala en diferentes formas). Pero la inflación no nos dice nada sobre las perspectivas de crecimiento. La idea de que el bajo desempleo conduce a la inflación es algo metido en la cabeza de los economistas de salon metidos a politicos y a escribientes de periódicos que se lo creen todo. Pero no aprenden