El precio de las hipotecas bajará más rápido que el interés de los depósitos. Los bancos darán otra vuelta de tuerca a la guerra hipotecaria aprovechando el ciclo de rebajas de los tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), pero aún no tocarán la remuneración de los depósitos, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras. En el seno de las entidades han detectado un aumento de la demanda de crédito que tendrán que financiarlo con parte del ahorro de sus clientes.
El tipo medio de las hipotecas se aleja poco a poco de los máximos de 2009, cercanos al 4%, que se marcaron tras el rally de subidas del precio del dinero. El interés TEDR, que equivale a la tasa anual TAE pero sin incluir todas las comisiones, de los nuevos créditos para comprar viviendas en España alcanza el 3,38%. Se trata de un descenso del 14% desde el pico de los tipos.
Los equipos financieros de los bancos consideran que todavía hay margen para apretar más la guerra hipotecaria. Las entidades están centrando sus esfuerzos en el tipo fijo. BBVA ha protagonizado el último movimiento, al rebajar el interés inamovible de su hipoteca al 3,8% para un plazo a 30 años.
En el caso del tipo mixto, Banca March entró la semana pasada en la batalla por captar negocio al reducir del 2,5% al 2,2% el interés fijo en los primeros cuatro años. En los siguientes años, la cuota quedaría fijada con un diferencial sobre euribor del 0,6%, frente al 0,7% que ofrecía hasta ahora. En este segmento, las entidades con ofertas más agresivas son el Sabadell, Ibercaja y EVO Banco, el banco digital de Bankinter, con tipos fijos que de media rondan el 2% los primeros cinco años del préstamo.
Para los depósitos, el interés que pagan los bancos ha caído desde el 2,65% al 2,61% en agosto, según los últimos registros del Banco de España y antes de que el BCE aplicara el segundo recorte en tres meses de los tipos. Aún se sitúa entre los peores remunerados de todo el sistema bancario de la zona euro.
“No nos comprometemos con una trayectoria previa particular sobre los tipos. De cara al futuro, las encuestas y datos financieros del mercado no sugieren actualmente una vuelta al escenario previo a la pandemia de tipos de interés súper bajos”, advierte la presidenta del BCE
Las entidades han detectado un aumento de la demanda de hipotecas pese a que el precio de la vivienda está en máximos históricos, según datos internos del Gobierno. “Nos vamos a centrar en bajar el precio del crédito porque los depósitos se necesitarán para financiar las concesiones”, afirma un alto directivo de uno de los grandes bancos hipotecarios del país. La hipoteca, como recuerdan las fuentes consultadas, es la puerta de entrada para que los clientes contraten otros productos, como planes de pensiones o fondos de inversiones, que generan comisiones.
Fortaleza del empleo
La clave está en el empleo. La desaceleración en la afiliación aún no es alarmante y da munición a los bancos para seguir captando negocio en hipotecas. Además, el ahorro financiero acumulado se mantiene en récord y las expectativas de tipos más bajos alientan la demanda.
Ahora bien, la escalada en la guerra entre Israel e Irán puede poner nerviosos a los halcones de Fráncfort y activar la pausa en la flexibilización de la política monetaria, según fuentes financieras.
“No nos comprometemos con una trayectoria previa particular sobre los tipos. De cara al futuro, las encuestas y datos financieros del mercado no sugieren actualmente una vuelta al escenario previo a la pandemia de tipos de interés súper bajos”, dejaba claro Christine Lagarde, presidenta del BCE, en una carta a un europarlamentario, fechada el pasado 26 de septiembre. Toda una declaración de intenciones incluso sin la incertidumbre sobre la guerra entre Israel e Irán.
Los inversores permanecerán atentos a la reunión de política monetaria del BCE el próximo 17 de octubre, en la que el mercado duda de si pausará las rebajas por el conflicto en Oriente Medio. Los analistas de Bank of America, sin embargo, redoblan la apuesta y auguran que los tipos en Europa se situarán en el 1,5% a finales de 2025, frente al consenso de mercado, que sitúa el precio oficial del dinero en el entorno del 2% al cierre del próximo ejercicio.