Todo son buenas noticias para el mercado laboral español en los últimos meses. El paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se situó a cierre del pasado mes de abril en 2.788.370 personas. Es la primera vez desde el año 2008 que se baja de los 2,8 millones de parados en un mes de abril, “un dato -que según el Gobierno- nos devuelve al escenario de bonanza previo a la crisis financiera, con los registros de paro más bajos de la serie histórica”.
Esta misma semana, CEOE, Cepyme, CCOO y UGT alcanzaron un acuerdo salarial para los próximos tres ejercicios, después de un año con las negociaciones estancadas. La subida será del 4% este año, y del 3% en 2024 y 2025. En total, un incremento del 10,33%. Se trata del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (ANEC), que busca reforzar el poder adquisitivo de los trabajadores frente a los efectos de la inflación.
Está claro que el mercado laboral español puede presumir en estos momentos de haber reducido el paro registrado en más de 2,2 millones de personas desde que alcanzara su máximo en 2013. También, del récord de trabajadores ocupados, con más de 20,6 millones de afiliados a la Seguridad Social; de tener un sistema de protección con una cobertura que acoge al 66,61% de los desempleados…
Pero hay algunos datos, sin embargo, que producen sonrojo. Según las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística, en España había, a cierre del primer trimestre de este año, 16.693.500 de inactivos por 23.589.500 de activos (ocupados y parados). Se puede estar inactivo a efectos estadísticos por razones fácilmente comprensibles: hay cerca de cuatro millones de jubilados y algo más de tres millones de personas que siguen cursos de enseñanza o formación; por cuidado de niños, adultos enfermos, incapacitados o personas mayores (636.000); por otras obligaciones familiares (990.800); por enfermedad o incapacidad propia (1,8 millones)…
Inactivos... a la fuerza
Menos fácil de explicar es que haya 4,6 millones de inactivos para los que el INE no encuentra ningún epígrafe con el que poder encuadrarlos. Pero hay más: 136.700 inactivos dicen estar en esa condición porque no hay ningún empleo adecuado disponible, bien para sus características o para sus exigencias. De esa cifra, 45.500 son hombres y 91.200, mujeres. Un total de 98.300 tienen 50 o más años, lo que supone el 71,9%, y casi siete de cada diez mayores inactivos por esta razón son mujeres.
No son los peores datos, ni mucho menos. En 2014, el número de inactivos que no encontraban un empleo a su medida llegó a a alcanzar los 530.100, pero el porcentaje de mayores de 50 años era casi veinte puntos porcentuales menos: el 52,9%. En 2005, en pleno 'boom' inmobiliario en España, con casi pleno empleo, llegó a haber 322.500. Muy difícil de explicar.
Parados mayores y 'atrapados'
Según la EPA del primer trimestre, el número de parados ascendía a 31 de marzo a 3.127.800, de los cuales 564.900 eran mayores de 55 años. Suponen el 18,1% del total y sus posibilidades de salir de esa situación son muy limitadas. Hay, además, 657.000 desempleados que perdieron su puesto de trabajo hace al menos tres años, y 870.500 que llevan buscando un empleo más de dos años.
Con los números del mes de abril hay 253.712 parados sin empleo anterior. De esta cantidad, 85.947, el 33,9%, tiene 44 o más años (uno de cada tres se concentra en Andalucía). Dicho en otras palabras, casi 86.000 personas que están registradas como parados en las listas del SEPE tienen más de 44 años y no han trabajado nunca.
Según las últimas estadísticas, a cierre del pasado mes de abril, un total de 4,314 millones de personas eran demandantes de empleo, de los que un tercio tiene más de 55 años. Un millón estaban trabajando, pero aspiraban a mejorar sus condiciones laborales. Otros 313.051 no tienen empleo, pero indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo como, por ejemplo, hacerlo a domicilio, en el extranjero o teletrabajar. El 53% de quienes solicitan esas excepcionales condiciones son mujeres.
Otro dato que causa estupor es el de los hogares que tienen a todos sus miembros parados. Son 1.055.300, el 5,47% del total, frente a los 11,212 millones que tienen a todos sus componentes ocupados. A la hora de valorar estas cifras hay que tener en cuenta que en cerca de 5,4 millones de hogares de los 19,281 millones contabilizados por el INE no hay ninguna persona activa y que el nivel de ocupación marca cifras desconocidas en muchos años.