La agencia de calificación Fitch ha incorporado un "ajuste cualitativo a la baja" sobre el rating soberano de España para dar cuenta de la incertidumbre y los riesgos políticos que supone el conflicto independentista entre los gobiernos catalán y central.
En un comunicado publicado este lunes, Fitch apunta que la nota de advertencia sobre la calificación de solvencia de España (BBB+/Perspectiva estable) responde a "los riesgos políticos negativos de una resolución desordenada del proceso independentista catalán".
"No está claro cómo se desarrollarán los acontecimientos, incluyendo precisamente cómo el Gobierno central ejecutará su delegación tras asumir las competencias de Cataluña y la respuesta de la administración regional y la sociedad en general", señala la agencia.
La calificación sobre la deuda a largo plazo del Gobierno catalán, que actualmente se sitúa en 'BB' con perspectiva negativa, dependerá de la evolución de la relación entre los gobiernos regional y central y, en particular, de cómo afecte esto al apoyo de liquidez por parte del Ejecutivo central a Cataluña.
De esta forma, Fitch explica que una nueva escalada de las tensiones que empeoren significativamente las perspectivas de crecimiento económico del país y erosionen las finanzas públicas podrían provocar una acción negativa sobre la calificación crediticia de España.
No obstante, hasta el momento, los datos apuntan al mantenimiento del "impulso" de la economía española, con datos provisionales que se sitúan en un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,8% en el tercer trimestre del ejercicio, en línea con sus pronósticos de un incremento anual del 3,1%.
Con todo, Fitch asegura que continúa viendo la secesión catalana como un escenario "altamente improbable", mientras que ve probable que persistan las tensiones elevadas durante un periodo prolongado.