La compra de alimentos por parte de los hogares españoles descendió un 11% en volumen en los primeros cinco meses de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior en un contexto marcado por la subida de los precios.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha avanzado este jueves el dato en la presentación del informe sobre consumo alimentario de 2021, año en el que los españoles compraron un total de 32.774 millones de kilos o litros de comida, el 5,7% anual menos.
Según los últimos datos del Ministerio, el incremento del precio medio del 7,7% a cierre de mayo de 2022 no compensa la caída en volumen, por lo que el sector agroalimentario perdió el 4,8% del valor con respecto a mayo de 2021.
Planas ha asegurado que desde finales del año pasado se observa un aumento de los precios de la energía y de materias primas, a lo que se ha sumado este año la guerra en Ucrania, que "ha alterado de forma notable" la economía europea y mundial.
En medio de la "elevada volatilidad", el titular de Agricultura ha atribuido el descenso en las compras de 2022 a la tradicional cuesta de enero, los niveles de precios y la "progresiva concienciación" de los hogares, la restauración y la cadena alimentaria sobre las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
"La cadena ha seguido funcionando de forma eficiente en España", ha subrayado Planas, que ha compartido los análisis que hablan de cierta estabilización de los precios a finales de año y una disminución en 2023.
Ha señalado que la compra de alimentos se ha vuelto "más selectiva", con un menor número de adquisiciones en el supermercado pero con una mayor preferencia por la calidad.
El informe anual del panel alimentario refleja que el consumo de alimentos en los hogares españoles vivió una situación "convulsa" en los primeros tres meses de 2022 por el incremento de los precios, el conflicto de Ucrania, el paro de transportes y otros efectos coyunturales.
A partir de la invasión rusa de Ucrania se comenzaron a observar cambios "significativos", ya que entre las semanas que van del 21 de febrero al 13 de marzo aumentaron las compras de "acopio", sobre todo de productos no perecederos, en previsión de la posible falta de materias primas.
Durante la semana 10, del 7 al 13 de marzo, coincidiendo con el paro de transportistas, los hogares realizaron las mayores compras de acopio para todos los tipos de alimentos por temor al desabastecimiento, según el Ministerio.
Cinco semanas después, del 11 al 17 de abril, descendieron de forma importante las compras durante la Semana Santa, lo que se explica por el probable incremento del consumo alimentario fuera del hogar.
Aumento del precio de alimentos básicos
En relación con los precios, los mayores incrementos se produjeron a partir de la confirmación del conflicto en Ucrania, hasta alcanzar su pico en la semana 13 (del 28 de marzo al 3 de abril) tras el paro de transportes.
Por efecto del acopio, algunos productos consiguieron aumentar sus ventas respecto a marzo de 2019, antes de la pandemia, a pesar de la subida de precios, como en los casos del aceite de oliva (más del 59,6 %) y del girasol (más del 45,2 %).
Otros productos básicos como las harinas, las sémolas, la pasta y el arroz se compraron más en ese periodo, además de los lácteos (más del 14,3 %), a pesar de que el precio medio de estos últimos subió especialmente tras verse afectado por el paro del transporte.