Hotel y Madrid son dos palabras que conducen a pensar en el Ritz, uno de los lugares más emblemáticos de la capital y que, tras tres años de reformas, ha vuelto a abrir sus puertas este mes de abril. Lo hace de la mano de Mandarin Oriental, la lujosa cadena asiática que desde 2015 es propietaria y gestora del establecimiento.
A lo largo de sus casi 111 años de historia, por este hotel han pasado personalidades internacionales de la realeza, la política o el arte, convirtiéndose en un emblema de Madrid y su alta sociedad. Abrió sus puertas por primera vez en octubre de 1910 tras ser diseñado y construido bajo la supervisión del legendario hotelero César Ritz.
La nueva decoración tiene un nexo directo con el denominado 'Triángulo del Arte' (definido por el Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía) y con el Parque del Retiro. El arquitecto español Rafael de La-Hoz y los diseñadores franceses Gilles & Boissier han conservado el estilo Belle Époque, con pinturas y esculturas del edificio original y otras piezas artísticas actuales.
El objetivo de los nuevos propietarios era "no cambiar el hotel sino restaurarlo o incluso retroceder y recuperar lo que había querido César Ritz para el edificio", relata Inma Casado, responsable de comunicación del Mandarin Oriental Ritz Madrid. Es el caso de la famosa cúpula de cristal del Jardín de Invierno del hotel, que se ha recuperado tras 80 años cerrada e invade de luz el interior del hotel.
También se han recuperado las puertas de entrada originales en ambos lados del edificio, con cerca de cuatro metros de altura. El cristal ayuda a conservar el eje visual entre la Plaza de la Lealtad y la calle Felipe IV, llegando incluso a visualizar el Museo del Prado desde la entrada y los salones del hotel.
153 habitaciones y 53 suites
El 'cinco estrellas' cerró sus puertas en febrero de 2018 para acometer una reforma integral valorada en casi 100 millones de euros. Algo más de tres años después, el nuevo Ritz es una realidad. Tal y como avanzó Vozpópuli, el hotel arrancó de nuevo el pasado 15 de abril y cuenta ya con alrededor de un 50% de ocupación, especialmente con clientes españoles (80%) por las restricciones.
No obstante, el huésped habitual de este tipo de establecimiento suele ser extranjero. "Probablemente se va a invertir a medida que la situación de la pandemia se normalice, siendo el 80% de los clientes internacionales", comenta Francisco García, director operativo del Mandarin Oriental Ritz Madrid.
En sus 16.500 metros cuadrados, el establecimiento dispone de seis plantas y 153 habitaciones, de las que 53 son suites. En concreto, hay cinco categorías de suites, que varían en tamaño desde la Junior Suite de 49 metros cuadrados hasta la Suite Real de 188 metros cuadrados, todas con vistas al Museo del Prado y a la Plaza de la Lealtad.
Los precios parten de los 650 euros la noche en la habitación más sencilla. La más cara hasta el momento, la Suite Mandarin -con 73 metros cuadrados y una posición privilegiada bajo una de las cúpulas de las torretas del edificio- alcanza los 5.800 euros al día. La Suite Presidencial y la Suite Real todavía no están disponibles.
El hotel también cuenta con un spa que incluye una piscina cubierta climatizada, una piscina de relajación, una sala de vapor y un gimnasio. Además, dispone de una sala de tratamientos de belleza y masajes que admite reservas externas al hotel.
La apuesta gastronómica de Quique Dacosta
Además, el Ritz cuenta con el chef con tres estrellas Michelin Quique Dacosta para los cinco restaurantes y bares del hotel abiertos al público, tal y como publicó en exclusiva Vozpópuli. Por un lado está Deessa, un restaurante de alta cocina ubicado en la sala Alfonso XIII, con vistas al famoso jardín del hotel.
A este se suma Palm Court, un restaurante ubicado bajo la cúpula de cristal del hotel que sirve comidas de cocina clásica durante todo el día y las tradicionales tardes del té (afternoon tea, en inglés). Cerca de este restaurante se ubica el Champagne Bar, con una selección exclusiva de champagnes maridados con un menú de tapas.
El hotel también alberga una sala de cócteles llamada Pictura, con una galería de retratos de personalidades del arte español, obra de la fotógrafa española Paula Anta e inspirados en el retrato de Juan de Pareja, de Velázquez.
Finalmente, otro de los grandes atractivos del hotel es El Jardín del Ritz, donde se sirven bebidas y cenas al aire libre a lo largo del día, con acceso directo desde la calle. Además, el hotel cuenta con espacios reservados para la organización de eventos tales como bodas, fiestas, reuniones o conferencias.
"En el jardín y los restaurantes se pueden organizar eventos, aunque también tenemos salas reformadas especialmente para esto. Ya nos están llegando reservas, muchas bodas sobre todo. Congresos todavía no tanto por las restricciones, aunque vamos recibiendo peticiones para final de año", explica Greg Liddell, director general del establecimiento.
Esta apertura se suma a la del Four Seasons, en el edificio Canalejas. "Hacen falta en Madrid más hoteles de lujo. Madrid es un destino que tiene todos los ingredientes para ser un rival de las grandes capitales como París, Londres, Tokio o Nueva York", sentencia Francisco García.