A estas alturas del partido a nadie le sorprende el frenazo de las ventas de Inditex. La compañía con sede en Arteixo facturó un 9% más en 2017, hasta los 25.336 millones de euros. Estas cuentas serían excelentes, si no fuera porque estamos hablando del gigante textil.
Todas las marcas del grupo se han comportado de forma "satisfactoria", pero han sido las enseñas más millennials las que han crecido más que en 2016 y han amortiguado el frenazo. Asimismo, Uterqüe, la marca más exclusiva y el 'capricho' de Amancio Ortega, también crece más que en 2016, pero su facturación es anecdótica, ya que supone menos del 0,5% del total de ventas del grupo.
De las jóvenes, la que más crece es Pull & Bear, un 12%, hasta los 1.747 millones de euros. Además, el grupo ha afirmado que esta marca es una de sus apuestas para este año. De hecho, han decidido instalar en la enseña con carácter surfero su tecnología RFID, que facilita la labor a los empleados al tener localizada las prendas en todo momento. Por otro lado, las ventas de Bershka alcanzaron los 2.227 millones de euros, un 11% más y las de Stradivarius ascendieron hasta los 1.480 millones, un 10% más.
Zara, que supone más del 60% de las ventas del grupo, se frenó hasta el 8%. Massimo Dutti, hasta el 8%; Oysho hasta el 12% y Zara Home, al 7%.
Plan de optimización
Inditex también ha explicado en la presentación de resultados que la compañía se encuentra inmersa en un nuevo plan de optmización, que se centra en abrir flagships y cerrar las tiendas más pequeñas. Para ello, la marca ha abierto un 7,4% de las tiendas en espacios de ubicación claves y ha cerrado más locales que nunca.
En concreto ha abierto 524 centros, ha realizado 341 absorciones, 144 ampliaciones y 122 reformas. Las aperturas netas en 2017 se situaron en 183, alcanzando al cierre del ejercicio un total de 7.475 tiendas. Asimismo, Inditex ha abierto en 58 mercados el pasado año y los costes de absorciones correspondientes al ejercicio 2017 están ya provisionados en las cuentas de 2018.
Fuentes de Inditex explican que el término 'absorción' lo emplea la compañía para referirse al cierre de una tienda más pequeña y la apertura de una mayor. Por ejemplo, indican, "el Zara de Paseo de la Castellana absorbió la tienda de la calle Orense, que era más antigua".
Inditex va a proseguir con una política de mayor contención en la apertura e inversiones en tiendas físicas en el futuro. El grupo ha informado que en 2018 espera "entre 350-400 aperturas brutas y la absorción de alrededor de 200 unidades"; la absorción, o cierre de locales, de 200 para este año, es también superior al de cualquier otro año anterior a 2017.
La compañía añade que con posteridad a este ejercicio "se estima un crecimiento de espacio en ubicaciones clave de entre el 4% y 6% en conjunción con el desarrollo online global". En los últimos años ese porcentaje era superior al 6%.