Queda ya lejos, pero 2024 arrancó con manifestaciones y tractoradas del campo por toda Europa. Eran muchas las peticiones que reclamaban, como la reducción de la burocracia o la aplicación de cláusulas espejo para tener una mayor competitividad en el negocio con terceros países. En este sentido, una de las reclamaciones del campo español era disminuir las importaciones de frutas y verduras, ya que el aumento de los últimos años es un reflejo de que un país que es natural productor agrícola es cada vez menos competitivo frente a la presión de la producción exterior.
En un primer momento, las tractoradas tuvieron éxito, y las importaciones cayeron un 10% tras la rebelión del campo durante el mes de marzo, según los datos de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) consultados por Vozpópuli.
Según señalan desde la federación, las importaciones mantendrán el elevado crecimiento de los últimos años. De enero a octubre la importación hortofrutícola ha crecido un 6,5% en volumen respecto al mismo periodo del año anterior, totalizando 3,6 millones de toneladas, incrementándose el valor prácticamente el doble, un 12%, hasta alcanzar 4.087 millones de euros.
Hasta octubre de 2022, las importaciones de frutas y verduras alcanzaron los 3.047 millones de euros. Un año más tarde, hasta ese mismo mes pero del año 2023, la cifra alcanzó los 3.638 millones. En apenas dos años, el valor de las importaciones se ha elevado un 20%.
Si hablamos de toneladas, el crecimiento es, como hemos señalado anteriormente de un 6% entre un año y otro. Se compraron 3.121.595 toneladas de frutas y verduras en 2022, 3.365.870 toneladas en 2023 y 3.587.311 en 2024. Así se desprende, según los datos, que las importanciones, tal y como denuncian los representantes del campo español, no paran de crecer.
Por productos, lo que más importamos, al menos hasta octubre del año pasado, son patatas (1.021.700 toneladas), plátanos (349.642) y aguacates (222.241). Durante este año, marcado por la 'guerra' del campo, ha habido ciertos productos especialmente comentados como 'víctimas' de la competencia desleal de países como el tomate, las fresas y las judías. En estos casos las importaciones se han valorado en 173.634, 10.030 y 100.912 toneladas, respectivamente y siempre hablando de toneladas.
Las importaciones de frutas y verduras se han disparado casi un 60% en la última década
Una de las denuncias más repetidas del sector agrícola es que, por las medidas de la Unión Europea, dejaremos de tener independencia alimentaria y pasaremos a depender de terceros. Los datos ya son irrefutables: las importaciones de frutas y verduras se han disparado casi un 60% en la última década, a la vez que las exportaciones, uno de los puntos fuertes de la economía española, no paran de disminuir.
En el año 2013 se importaron 2.573.635 de toneladas de frutas y hortalizas. Diez años más tarde, en 2023, se compraron 4.116.985 toneladas de estos alimentos. Es decir, las importaciones han aumentado un 59,9% en este tiempo. Solo de 2022 a 2023 las importaciones aumentaron un 7% (un 10% en el caso de las frutas y un 3% en el de las hortalizas).
¿Dependeremos de Marruecos?
En este contexto, que ha sido propiciado por la propia normativa europea, los trabajadores del sector agrario llevan muchos años mandando un mensaje: si no cambian las cosas, y queda muy poco margen, los españoles dependerán de terceros para poder alimentarse en diez años. Concretamente, alertan, perderemos nuestra independencia en apenas una década a manos de Marruecos.
