2024 se ha cerrado como el año en el que más alertas alimentarias se han detectado en las fronteras de la Unión Europea. Se han registrado nada más y nada menos que 5.364 notificaciones en 365 días, lo que se traduce en una media de 14,7 alertas al día. Así queda reflejado en los datos del sistema RASFF (Rapid Alert System for Feed and Food), el mecanismo de la Unión Europea para el control de los alimentos y los piensos en todo el territorio comunitario.
Nunca hasta ahora se habían detectado tantas alertas, tras varios años de crecimiento de estos avisos. Solo en los meses de julio y agosto se registraron 807 alertas en productos alimentarios, alcanzando el máximo histórico desde que se comenzaron a recopilar los datos de manera sistemática.
En 2023 se registraron 4.777 alertas en todas las categorías que se recogen en el sistema; en 2022 fueron 4.421; 4.695 en 2021 y 3.856 en el año de la pandemia. Antes del covid, no se recogen datos de manera tan sistemática como ahora. Es decir, que desde 2020, las alertas alimentarias han aumentado casi un 30% (28,1%).
Entre otros muchos problemas, se ha detectado la posible presencia de fragmentos de vidrio en tinto de verano procedente de España, la bacteria de listeria en pechuga de pato ahumada procedente de Bélgica, huevos contaminados con salmonela o superación del límite permitido de sulfitos en gambas de Marruecos.
Tipología y nivel de las alertas
El sistema RASFF recoge seis categorías de productos este ya terminado año 2024: 'Animales', 'Alimento de alimentos', 'Material en contacto con alimentos', 'Plantas, productos de plantas y otros objetos', 'Alimentos' y 'Otros'. La gran mayoría de las alertas se producen precisamente en la categoría de alimentos, una de las más delicadas por ser la que más afecta directamente al ser humano.
Concretamente, de las 5.364 notificaciones que se registraron desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, 4.855 pertenecen a esta categoría, un 90,5%. 318 de las notificaciones, un 5,9% del total, pertenecían a alimentos de animales; 178 (3,3%) son materiales en contacto con animales; en las categorías de 'Animales' y la de 'Otros' solo se han registrado seis alertas y en 'Plantas, productos de plantas y otros objetos' tan solo una.
Por otro lado, cabe destacar que que no todas las alertas tienen el mismo nivel de riesgo. Sin embargo, es preocupante que el 47,9% de las mismas las califiquen como serias. La UE establece cinco niveles de peligro: alertas sin riesgo, las 'no serias', las de riesgo potencial, las potencialmente serias y las serias.
2.571 de ellas forman parte de esta última categoría, la más preocupante. Es decir, que casi en el 48% del total, la UE ha considerado que se podía considerar como de nivel grave. Por otro lado, 871 son potencialmente serias (16,2%), 1.009 riesgo potencial (18,8%), 772 no son serias (14,3%) y sólo en 141 casos(2,6%) se ha determinado que no hay ningún peligro.
Las alertas registradas en España
Si centramos el tiro en España, uno de los países más perjudicados por el papel que juega en la alimentación europea y por ser uno de los pasos con otros países, el mapa que se dibuja es bastante similar al del total europeo.
En nuestro país se han registrado estos doce meses 340 avisos alimentarios. 176 de ellos han sido catalogados como serios, por lo que, en una línea muy parecida al resto de Europa, un 51,7% de los casos son graves. Cabe destacar que el dato se extrae del país donde se ha notificado el aviso, pero no quiere decir que estas 176 negligencias se hayan cometido en España, solo que se han detectado aquí.