Santander Brasil se juega 212 millones de euros en la quiebra e Odebrecht, el grupo de construcción brasileño que esta semana ha solicitado recuperación judicial, el equivalente en España a concurso de acreedores, tras protagonizar el mayor escándalo de corrupción conocido en Latinoamérica.
La quiebra del gigante brasileño es el último quebradero de cabeza que le llega al banco presidido por Ana Botín desde la región, donde afronta la crisis económica de Argentina y las tensiones en México por las amenazas de aranceles de la Administración Trump.
La quiebra de Odebrecht, la mayor en la historia empresarial de Brasil, ha afectado principalmente a los mayores bancos públicos del país, entre ellos, Banco do Brasil y Caixa Econômica Federal, pero también a otras entidades financieras, entre ellas Santander, el mayor banco privado extranjero del país.
Santander participó el pasado año en una línea de financiación de 600 millones a Odebrecht
Según ha informado Odebrecht, la deuda total de los créditos concursales reconocidos en el proceso de quiebra asciende a 51.000 millones de reales brasileños, aproximadamente 11.747 millones de euros -la quiebra de Martinsa Fadesa, la mayor ocurrida en España, se valoró en unos 7.000 millones de euros-.
La compañía ha indicado que sus mayores acreedores son los bancos. La deuda de Santander asciende a 912 millones de reales, unos 212 millones de euros; la otras entidades reseñadas por Odebrecht -Banco do Brasil, Caixa Econômica Federal, Bradesco, BNDE, Itau Unibanco, FI-FGTS- mantienen cada una de ellas deudas de entre 4.000 y 10.000 millones de reales.
Este diario se puso en contacto el miércoles con portavoces de la entidad en España y en Brasil para ampliar esta información, pero no fue posible obtener una respuesta. "No vamos a pronunciarnos sobre el asunto", indicaron desde Santander Brasil.
Evita ejecuciones bancarias
En información enviada al juzgado de Sao Paulo en el que Odebrecht ha presentado el concurso de acreedores, consultada por este diario, la empresa informa, para justificar su decisión de declararse en quiebra, que de no hacerlo, sus principales activos, "podrían transferirse a 7 bancos en cuestión de horas, en detrimento de todos los acreedores, empleados, proveedores, clientes, y socios comerciales".
En esa misma documentación enviada al juzgado, Odebrecht señala que en los últimos años ha podido seguir logrando financiación en parte gracias a su participación en el grupo petroquímico Braskem, cuyos dividendos, señala, ha cedido a sus acreedores "Banco do Brasil, Banco Bradesco, BNDES, Itaú Unibanco y Santander".
Hace cinco años el grupo brasileño contaba con 180.000 empleados; en la actualidad su plantilla está formada por 48.000 personas
El pasado año Santander participó en una línea de financiación de 2.600 millones de reales brasileños, unos 600 millones de euros, al grupo Odebrecht junto con otras entidades financieras del país.
Según información enviada al regulador del mercado de Estados Unidos, la SEC, en 2014 el banco español lideró una emisión de 580 millones de dólares para una filial del grupo brasileño. Y en 2008 Santander
actuó como coordinador global y asesor de calificación de un crédito de 1.000 millones de dólares a la compañía brasileña para la construcción de una autopista en Sao Paulo.
En 2018 Brasil fue el país que más aportó a los resultados totales de Santander, representando el 26% de su beneficio.
Grupo Odebrecht llegó a tener más de 180.000 empleados hace cinco años. En la actualidad su plantilla está compuesta por 48.000 personas "como consecuencia de la crisis económica que frustró muchos planes de inversiones, del impacto de reputación por los errores cometidos y de la dificultad por la que pasan empresas que colaboran con la Justicia para volver a recibir nuevos créditos y a que sus servicios sean contratados", ha informado la empresa en un comunicado.
