La semana pasada el culebrón del tren de Renfe descarrilado en Madrid tocaba a su fin, tras estar varado casi dos meses en las vías que unen Atocha con Chamartín. Finalmente el operador público, con la ayuda de una empresa externa especializada en este tipo de operaciones, lograba extraer el modelo S-114 desarrollado por Alstom para Renfe en junio de 2011. El contrato se firmó por un total de 13 unidades por las que Renfe abonó 175,5 millones de euros (13,5 millones de euros por cada una).
La compañía pública trató de buscar fórmulas para extraer el S114 y reutilizar la mayor cantidad posible de sus piezas para otras unidades de cara a posibles averías y labores de mantenimiento, sin embargo, es algo que va a ser imposible. La complejidad de la extracción de la unidad siniestrada no ha permitido una salida limpia del material rodante.
Del total de los cuatro coches que conformaban el convoy, solo uno logró sacarse sin ser troceado y no podrán utilizarse todas sus piezas. "Los otros tres coches que se encontraban tumbados fueron sacados por una empresa especializada en estas tareas con la ayuda de tres operarios de las Brigadas de Socorro de Renfe. Se troceó con sopletes y se empleó también una excavadora, así como un juego de tenazas de gran tamaño. Solo son aprovechables los bogies (ruedas), que se sacaron rodando por las vías, nada más", explican las fuentes consultadas por Vozpópuli.
Sin embargo, fuentes de Renfe manifiestan a preguntas de este diario que "no es correcto que sólo los bogies podrán ser reutilizados tras su despiece. Se ha tratado de maximizar la recuperación y reaprovechamiento de materiales y componentes, siguiendo criterios técnicos y medioambientales estrictos. Los bogies, al ser componentes clave y de alta durabilidad, son una de las partes que pueden reutilizarse, pero no las únicas. Hay otros componentes tecnológicos y electrónicos que se podrán reaprovechar".
Hay que destacar que el tren descarrilado solo afectó a la circulación del tráfico durante las primeras horas del incidente. El hecho de la unidad siniestrada solo ocupara una parte de la vía dejó la que corre en paralelo y une Atocha con Chamartín completamente operativa y despejada. Esto, sumado a que las labores de extracción se realizaron durante las noches -cuando apenas hay tráfico ferroviario- redujeron mucho los problemas.
Este diario publicó en exclusiva los audios de uno de los trabajadores del centro de control de Adif en el que se daba cuenta de los detalles del incidente.
Manifestación en defensa del ferrocarril
Por otra parte, la semana pasada el Sindicato Ferroviario celebró una manifestación para protestar por la intención del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, dirigido por Óscar Puente, de licitar el servicio correspondientes a las Obligaciones de Servicio Público (OSP) en los Cercanías y Media Distancia, dentro del proceso de liberalización del sector.
En concreto, protestaron contra las Directivas Comunitarias que forman el cuarto paquete ferroviario de la Unión Europea (UE) y que el Sindicato Ferroviario considera que deberían modificarse y eliminar la obligatoriedad de la licitación de las OSP para dejarlo en una medida de carácter voluntario por parte de los Estados miembros. "Consideramos que el Gobierno del Estado Español debería trasladar a la Comisión Europea una propuesta de modificación en ese sentido", explicaba el sindicato en un comunicado.
Además, el cuarto paquete ferroviario obliga, tal y como está planteado ahora, a que trenes y empleados públicos sean derivados a empresas privadas cuando estas ganen las licitacione sa las que se presenten, una información adelantada por este diario.