Antonio Basagoiti acudió ayer por la mañana al desayuno informativo de su sucesora al frente del PP vasco, Arantza Quiroga. Aprovechó el evento para terminar de despedirse de los que han sido compañeros de filas antes de partir, el próximo mes, rumbo a México donde ocupará un puesto en el Banco de Santander, tras su decisión de abandonar la política, algo que muy pocos hacen salvo que les echen y, aún así, resistiéndose mucho.
El caso es que a Basagoiti todavía le llaman de su partido para consultarle o comentarle cosas sobre el País Vasco, aunque prefiere que todo sea muy discreto no vaya a inerpretarse como injerencia en el nuevo mandato de Quiroga, quien no pudo tener mejor carta de presentación en Madrid que calificar de "vomitivo" y "asqueroso" lo ocurrido con Bárcenas y pedir a su partido que recupere el prestigio perdido. Tiene otro estilo al de su antecesor, pero, como él, no se muerde la lengua.
Sin embargo, los nuevos jefes de Basagoiti no ven con agrado que se le siga vinculando a las siglas populares, en realidad, no ven con agrado que se le vea en el debate político. Así se lo transmitieron tras anunciar éste su marcha del PP el pasado mes de mayo para volver a su actividad profesional, que no se dejara ver por los saraos políticos ni hiciera declaraciones. De hecho, hasta ha dejado huérfana su cuenta de twitter.
Ya tiene las maletas preparadas y preparado el colegio de sus hijos en México para iniciar su nueva vida.