Que el Partido Socialista de Cataluña (PSC) está necesitado de una brújula que oriente sus criterios políticos no es un secreto para casi nadie. Pero que su secretario general, Pere Navarro, improvise en asuntos de tanta trascendencia como el papel del Rey es algo que ha terminado por hartar a buena parte de los miembros de la ejecutiva federal del PSOE. El enfado con Navarro es mayúsculo porque, sin contar para nada con la opinión de la dirección nacional del partido, ha propuesto ni más ni menos que el rey Juan Carlos haga de mediador entre Cataluña y el Gobierno central en el conflicto que en estos momentos enfrenta a la Generalitat con La Moncloa y, por extensión, a las fuerzas políticas catalanas que abrazan el separatismo con el Estado.
La salida de tiesto de Pere Navarro no habría tenido ahora tanta trascendencia en las filas del PSOE si no fuera porque, hace solo seis meses, el líder del PSC fue uno de los primeros en alzar la voz a favor de la abdicación del monarca, también con gran sorpresa y enfado para Alfredo Pérez Rubalcaba. Enfado porque éste último conoció la noticia en febrero pasado cuando subía a la tribuna del Congreso para enfrentarse a Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la nación. La irritación del líder socialista con Navarro traspasó las históricas paredes del Congreso y todavía creció más al escuchar la explicación que le facilitó en privado para justificar su bravata: “Fue una simple cortina de humo, mi prioridad era enterrar el escándalo del espionaje”. De esta forma tan peculiar, Navarro intentó sacudirse el escándalo que ha salpicado al PSC por el ‘caso Método 3’, aun bajo investigación judicial.
En la calle Ferraz, donde se ubica la sede federal del PSOE, no se terminan de comprender las razones por las cuales Pere Navarro ha pasado de defender la abdicación del Rey a proponer que don Juan Carlos sea quien lidere una segunda transición en España y ejerza de mediador entre Cataluña y el Gobierno en el debate soberanista. “El PSC, sumido en la esquizofrenia total”, resumía este lunes preocupado por la situación un alto cargo socialista.