Van un teniente de la Guardia Civil, un cabo de la Policía Local y un intendente de los Mossos d'Esquadra... parece el comienzo de uno de esos viejos chistes que tanto éxito tuvieron en su día. Sin embargo, no lo es, ni mucho menos, ya que en realidad forma parte del enunciado de lo que se supone que debe ser algo mucho más serio: el enunciado de una pregunta de un curso de la Policía Nacional para adiestrar a agentes en la lucha contra el tráfico ilegal de esteroides y anabolizantes para gimnasios. Una gracia sin mucho idem que ha provocado un enorme cabreo e indignación en el seno del Instituto armado, como ha podido constatar este curioso Buscón.
La agente no se le ocurrió mejor idea que poner como ejemplo de actividades irregulares a unos ficticios teniente de la Guardia Civil, cabo de la Policía Local y mosso d'Esquadra
Lo cierto es que la polémica "pregunta" fue proyectada en grande en un salón de actos del complejo que la Policía tiene en el madrileño barrio de Canillas. El momento fue inmortalizado con su teléfono móvil por uno de los asistentes quien, a su vez, lo difundió entre sus allegados hasta que finalmente acabó en manos de este humilde gacetillero. Para entonces, entre los guardias civiles ya echaban chispas por lo 'políticamente incorrecto' del enunciado. Éste, en concreto, habla de ficticio teniente del Instituto armado "al que le gusta mucho el deporte" y que ha decidido "comenzar un 'ciclo' [de entrenamiento] en su gimnasio de su barrio". Hasta ahí, nada hiriente.
Sin embargo, la siguiente frase ya empieza a meter el dedo en el ojo del Cuerpo 'hermano'. Así, dice que el agente en cuestión "ha realizado la compra muy grande -para tener stock- por internet a un portal chino llamado 'gymfake', de una serie de productos medicamentosos de los aquí catalogados como de 'uso hospitalario". Vamos, que ya le acusa de utilizar un canal ilegal para conseguir sustancias que en España tienen un uso restringido. Claro que, no sólo los adquiere, sino que también los consume y dado "que le han ido muy bien" decide "compartirlo (sic)". ¿Con quién? Pues para seguir metiendo el dedo, con otros dos policías, en este caso "el cabo de la Policía Local Pep y el mosso intendente Pere, amigos de él de toda la vida".
Todo una historia de amistad, tráfico de sustancias e integrantes de las Fuerzas de Seguridad que llevan a su desafortunado autor a plantear la pregunta: "¿Cabría alguna actuación contra el comprador de los fármacos?", en referencia al ficticio teniente de la Guardia Civil. Éste Buscón no sabe la respuesta a la cuestión, pero sí ha sacado un par de cosas claras de este desafortunado incidente. En primer lugar, que al autor del enunciado no le vendría nada mal tomar clases de redacción. En segundo, que si no tiene nada contra guardias civiles, policías locales y Mossos d´Esquadra, lo disimula muy bien. Y en tercer lugar, que la bronca que ha provocado en el Instituto armado no la va a sofocar ni el mismísimo Marcelo. Ya saben, el ángel de la guarda del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al que ayuda a aparcar su vehículo, pero mucho nos tememos que no los problemas.