Una vez se inicie el proceso de desescalada, el 51% de los consumidores prevé que su estatus económico irá a peor, según se desprende del barómetro publicado por AECOC Shopperview en colaboración con la agencia 40dB. Un impacto negativo -a causa de un ERTE y/o bajada salarial, por ejemplo- que algunos valoran como pasajero (36,6% de los entrevistados) y otros como duradero (41,6%). Solo un 21,8% de los encuestados asegura que la crisis del Covid-19 no tiene, ni tendrá, ningún efecto en su situación económica. El estudio ha visto la luz a partir de una muestra de 500 entrevistados de más de 18 años de todo el país.
El temor a la recesión y al desempleo representan ahora las principales preocupaciones de los españoles. De hecho, el FMI ha vaticinado que esta crisis tendrá consecuencias importantes para nuestro país, donde se observará una caída del PIB del 8% y una tasa de paro hasta el 20,8% este año.
Un 36,6% de los entrevistados valora como pasajero el impacto negativo del escenario postcrisis, mientras que un 41,6% lo cataloga de duradero. Solo un 21,8% asegura que la crisis del Covid-19 no tiene, ni tendrá, ningún efecto en su situación económica
Contención y control del gasto doméstico
La mayoría de hogares encuestados prevé dificultades económicas que anticipan un periodo de postcrisis de contención presupuestaria. Por ejemplo, un 63,8% de los usuarios admite que controlará más sus gastos una vez acabe el confinamiento; aunque una minoría prioriza retomar su ritmo de vida anterior. Tan solo un 26% se plantea recuperar las compras e inversiones que la crisis ha aplazado. Finalmente, un 32,4% está dispuesto a reservar algún viaje este verano.
La caída del gasto en los hogares también afectará a las compras de gran consumo. Un tercio de los usuarios avanza que, una vez acabado el confinamiento, reducirá su inversión en alimentación y bebidas, ya que el factor precio y las promociones ganarán peso en la decisión de compra. Esta contención en el gasto está en línea con el hecho de que hasta el 43,7% de los encuestados afirma que ya ha retrasado o paralizado alguna inversión a causa de la crisis.
El precio, determinante en la compra
El comportamiento del consumidor también variará una vez pasado el confinamiento. Relacionado con la contención del gasto, el factor precio cobrará mayor importancia para un 61,3% de los consumidores, por lo que un 58,9% optará por productos de proximidad.
Igualmente, un 55,4% admite que comprará más productos para cocinar en casa. En este sentido, la mitad de los encuestados aspira a tener una alimentación más saludable en el futuro, de manera que solo un 10% gastará más en productos prémium tras la crisis.