España

Rubalcaba hace llegar a Chacón el mensaje de que intentó parar a "El País"

El reportaje que "El País" publicó el pasado sábado titulado "Chacón & compañía" dedicado a las relaciones de la candidata socialista con el entorno Mediapro y afirmaciones tan contundentes como que “Rubalcaba se presenta para evitar que el partido caiga en manos de un conglomerado de intereses variados que son los que han hecho perder músculo al partido”, ha caído como una bomba de relojería no sólo en el entorno de Chacón, sino también de José Luis Rodríguez Zapatero, que el domingo, en la cena a la ejecutiva saliente en Ferraz <stron

El reportaje que "El País" publicó el pasado sábado titulado "Chacón & compañía" dedicado a las relaciones de la candidata socialista con el entorno Mediapro y afirmaciones tan contundentes como que “Rubalcaba se presenta para evitar que el partido caiga en manos de un conglomerado de intereses variados que son los que han hecho perder músculo al partido”, ha caído como una bomba de relojería no sólo en el entorno de Chacón, sino también de José Luis Rodríguez Zapatero, que el domingo, en la cena a la ejecutiva saliente en Ferraz reclamó "respeto" entre los candidatos a hacerse con la secretaría general del PP.

Y es que muchos temen que el reportaje de marras acabe haciéndole un favor a la catalana en la medida en que se inteprete como una maniobra de Rubalcaba, que empleó su buena relación con Prisa para hacerle la guerra mediática a su adversaria. Tal es así, que éste ha trasladado el mensaje de que no sólo no tiene nada que ver con el reportaje de marras, sino que lo intentó parar, y se ha cuidado muy mucho de que esta versión autoexculpatoria de los hechos le llegue tanto al ex presidente del Gobierno como a Chacón.

El congreso que los socialistas celebran el próximo fin de semana en al ciudad de Sevilla está tan abierto y las fuerzas tan igualadas que ninguno de los dos se atreve a dar por descontado el triunfo. El nerviosismo se ha instalado en los equipos de uno y de otro, pero la sospecha de juego sucio, de embarrar el campo de juego, puede volverse como un boomerang. Y Rubalcaba ha comenzado a darse cuenta.

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