Los tártaros de Crimea, los aborígenes australianos, el Partido Nacional de Baluchistán, la República de las Molucas del Sur, el Consejo de Gobierno de Ambazonia... Y la Cataluña independiente de la líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Elisenda Paluzie ha conseguido escalar a la vicepresidencia de la UNPO, organización internacional con sede en La Haya cuyos miembros se caracterizan por ser poblaciones indígenas, minorías y territorios no soberanos u ocupados que defienden la autodeterminación.
La entidad secesionista catalana se 'coló' en esta suerte de Naciones Unidas alternativa en 2018. Cuatro años después, Paluzie, que pasó por las aulas de la London School of Economics (LSE) como el ex presidente de EEUU John F. Kennedy, la jurista Cherie Blair y el sociólogo Zygmunt Bauman, se acaba de convertir en la 'número 2' de la organización, solo por detrás de la presidenta Edna Adan Ismail, política y activista de Somalilandia.
El nombramiento, que a pesar de haber tenido lugar en Washington, ha pasado inadvertido en la prensa americana, ha sido muy aplaudido por el grueso del independentismo. Y por la ANC en particular. La entidad acaba de aprobar la presentación de una candidatura "cívica" para las próximas elecciones al Parlament y entiende el asunto de la UNPO como un "paso importante y primordial". Podrán "aumentar el ámbito de influencia" y "potenciar la labor internacional a un nivel superior". Mediante la vicepresidencia, celebra la ANC, tendremos acceso a la sede de la ONU.
Ello, porque la UNPO participa en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En total, esta organización tiene 43 miembros. El Gobierno de la República de Abjasia, el Frente de Liberación Nacional Aceh-Sumatra, el Partido Solidaridad Democrática de Al-Ahwaz, la Asamblea Democrática del Sur por la Autodeterminación del Pueblo de Arabia del Sur, la Alianza Asiria Universal, el Movimiento Despertamiento Nacional del Azerbaiyán Meridional
y Partido Nacional de Baluchistán son algunos de los integrantes con los que la ANC de Paluzie se siente identificada y comparte causa.
"Con una población de más de 7.500.000 millones de personas, la nación de Cataluña es actualmente una de las más ricas de España. Si bien la referencia a Cataluña precede a la unificación del Estado español, la historia de la región ha estado marcada por períodos de diferentes niveles de autonomía y opresión, lo que a menudo significó una persecución política y una represión de la lengua y la cultura catalanas, como se observó durante la dictadura militar de Francisco Franco", cuenta la UNPO en una carta de bienvenida a la ANC publicada en enero de 2019 y sin firmar.
La alianza de pueblos 'no representados' acoge a la ANC "como representante de los intereses del pueblo catalán". "La Asamblea realiza un esfuerzo activo para defender los derechos de los catalanes, denunciar las opresiones que sufren y promover el objetivo de la independencia, anhelada por la mayoría de la población de Cataluña, tal y como se expresa en los dos referéndums. Operando a través de medios democráticos, socialmente inclusivos, civiles y pacíficos, la ANC busca acercar la causa de la independencia", prosigue el relato.
Del Liceo Francés a la ANC
Nacida en Barcelona el 13 de octubre de 1969, la denunciante de la opresión en Cataluña Elisenda Paluzie fue educada en el Liceo Francés. Es hija de Lluís Paluzie Mir, un conocido abogado y técnico de urbanismo catalán que tuvo un rol muy activo en el deporte y la defensa del medio ambiente. Entre sus ancestros figuran pedagogos, editores, paleotólogos, pintoras, astrónomos e incluso jugadores de ajedrez y conocedores del esperanto.
Aterrizó en la London School of Economics en el curso 1997/1998 gracias a una beca de La Caixa y el British Council para investigar. Cinco años atrás se había licenciado en Economía en la Universidad de Barcelona. Volvió a la LSE en el año 2000, esta vez aupada por la Beca Batista i Roca de la Generalitat de Cataluña para cursar estudios post-doctorales. También pasó por la Universidad de Yale y la École des Ponts ParisTech.
Durante su etapa de estudiante fue secretaria de finanzas de la Federació Nacional d'Estudiants de Catalunya. Después impulsó la plataforma independentista Sobirania i Progrés y desde 2008 a 2012 militó en ERC. En las filas del partido promovió una corriente crítica y en 2012 lo abandonó.
Desde entonces ninguna formación volvió a contar con ella. El 24 de marzo de 2018 Paluzie fue elegida presidenta de la ANC para suplir el vacío que dejó Jordi Sánchez. Entre sus logros al frente de la organización destaca la creación de un revolucionario buscador web de empresas afines al independentismo para que los usuarios pudiesen priorizar el consumo de sus productos. Una suerte de 'apartheid' del emprendimiento que fue muy criticado por el sector empresarial y del que poco se sabe en la actualidad.
Paluzie, organizadora de las últimas Diadas, no ceja en el empeño y, a principios de marzo, uno de sus socios organizó una muestra para promocionar el "consumo estratégico" defendido por la ANC, es decir, para fomentar los servicios de las compañías vinculadas al nacionalismo catalán. Tampoco tuvo mucho éxito. Falta por ver si la iniciativa de presentar candidatura a las próximas elecciones al Parlament por parte de la entidad corre mejor suerte ahora que ocupa el puesto de 'vice' en la UNPO.