El pasado septiembre, la cantante Rosalía levantó protestas en una parte del nacionalismo catalán. La artista catalana se encargó de preparar la selección de canciones que se pudieron escuchar durante el 'piromusical' que cierra las fiestas de La Mercè, en el que incluyó el estreno mundial de uno de sus temas: 'Omega'. Sin embargo, el trabajo de la estrella no evitó que Junts per Catalunya cargase contra ella —y por extensión, contra el alcalde Jaume Collboni— criticando que solo un de los 15 temas que acompañaron los fuegos artificiales fuese en catalán. Ahora, la polémica idiomática en materia musical también se ha extendido a la radio privada, donde el Govern de Illa ha redoblado la presión en favor del catalán.
Y es que, el pasado noviembre, el Ejecutivo socialista endureció las políticas con respecto al catalán, estableciendo que al menos el 25% de las canciones que se escuchasen en las radios de titularidad privada debían haber sido grabadas en lengua catalana. Esta normativa existía desde 1998, pero el Consejo Audiovisual Catalán (CAC) había permitido a diversas emisoras rebajar ese porcentaje a petición de sus programadores. No obstante, las cuotas serán ahora de obligado cumplimiento, pudiendo imponer el CAC sanciones económicas a los diales que no lleguen al porcentaje requerido. Asimismo, su incumplimiento podría pesar en la renovación de las licencias, cuya negociación se producirá en los próximos meses.
La imposición tendrá un impacto apreciable en la programación de diversas radios catalanas. Según una estimación de la ACN, la mayoría de ellas deberá duplicar los minutos que dedica en la actualidad a la música en catalán, que hasta el momento ronda el 12% de su selección. Entre estas emisoras, se cuentan algunas tan populares como Europa FM, Cadena Dial, Los 40, Ràdio Flaixbac o Cadena 100. En cambio, otras como Flaix FM deberán incrementar la música en catalán doce veces más, pues en la actualidad emite un 2%.
Por su parte, Los 40 Dance y los 40 Urban, así como Radio Teletaxi —famosa en sus orígenes por dirigirse a oyentes castellanohablantes de origen humilde— tendrá que triplicar su selección musical en esta lengua (emiten en catalán en torno a un 7%). En cualquier caso, el CAC ha establecido un periodo transitorio que abarcará todo 2025 para que las cadenas incrementen paulatinamente su difusión en catalán, posponiendo las posibles multas a 2026.
Las entidades nacionalistas exigen más catalán
En el pasado, el ente se había mostrado más flexible en la cuestión lingüística debido a la escasez de producción musical en la lengua de Pompeu Fabra. Pero el CAC señala que en la actualidad el "crecimiento de la producción de música cantada en catalán, profesionalizada y diversificada en estilos y géneros” ya hace posible a los diales catalanes "garantizar" el porcentaje forzoso de música en catalán. Asimismo, argumenta que la predilección de estos canales por las canciones en castellano o en inglés ha ocasionado un severo perjuicio económico a los artistas y discográficas en catalán, pues éstos habrían dejado de percibir durante estos 25 años 200 millones de euros en materia de derechos.
A pesar de estas medidas coercitivas en favor del catalán —que las asociaciones y partidos constitucionalistas consideran una injerencia en la libertad de las empresas—, las entidades nacionalistas juzgan que el Govern no hace lo suficiente. El 'lobby' secesionista Plataforma per la Llengua, sin ir más lejos, denuncia que tres de los festivales de pop que más subvenciones reciben a través del Instituto Catalán de las Empresas Culturales —Vida, Cruïlla y Porta Ferrada— no incluyen en su programación la suficiente oferta en catalán, quedándose en un 20%. Por ello, insta a la Generalitat a que aproveche su "posición de agente subvencionador" para imponer cláusulas en los festivales que les obliguen a incluir más grupos en este idioma.