El principal problema para los barceloneses sigue siendo la inseguridad. No en vano, según el último informe de Eurostat la capital catalana es la segunda ciudad europea con más robos. Y las encuestas municipales siguen evidenciando que la inquietud al respecto sigue aumentando entre los ciudadanos. En particular, el 28,9% de los encuestados del último barómetro del Ayuntamiento juzgan que se trata del problema más grave que aqueja a la ciudad —lo que representa un 1,2% más que el año pasado—. Sin embargo, en esta ocasión, la preocupación por el acceso a la vivienda se ha disparado hasta tal punto (28,8%) que ha alcanzado al de la inseguridad, quedando ambas prácticamente empatadas.
Los datos muestran, así, que la inquietud por la vivienda ha sufrido un aumento vertiginoso en los últimos tiempos, pues ha crecido un 12,2% respecto al mismo periodo de 2023. De hecho, la preocupación colectiva ante el problema ha llevado a que los autores de la encuesta —realizada entre 800 barceloneses entre el 25 de noviembre y el 4 de diciembre— a incluir preguntas específicas sobre la cuestión. Ahora, por ejemplo, se ha preguntado a los ciudadanos si consideran que Barcelona tiene un problema con la vivienda, a lo que el 68% ha respondido que lo tiene, y "muy grave". Igualmente, representa un problema que afecta "personalmente" a un 35,3% de los encuestados, siendo solo un "problema asumible" para el 18,8%.
Esta percepción tiene lugar después de que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunciase medidas como la regulación del alquiler de temporada —incluido en el preacuerdo para los presupuestos alcanzado con los comunes en octubre— o la conversión de 10.000 pisos turísticos legales en viviendas residenciales.