Las incógnitas sobre qué hará Carlos Mazón para lograr su investidura son diversas pero explorar la vía de la abstención del PSPV está entre sus prioridades. Los pactos electorales han cobrado ahora todo el protagonismo tras las elecciones del pasado domingo y el presidente del PP valenciano ya dejó caer en la noche electoral, cuando se confirmó su triunfo, que "tengo que hablar con todos los partidos porque ese es mi estilo".
No es algo que dijera al azar, ya que en 2019, cuando accedió a la Presidencia de la Diputación de Alicante, ya buscó puntos de encuentro con los grupos de la oposición "para acciones concretas asumibles por el pleno" y alegó que "no encontrarán en mi equipo la búsqueda de la discrepancia y el frentismo". Es su forma de entender la gestión política.
Cierto es que en el devenir de la legislatura encontró algunos acuerdos con PSOE y Compromís, incluso en una materia tan sensible como la presupuestaria. Ahora, el reto es mayúsculo y Mazón, como próximo presidente de la Generalitat, tiene que intentar reeditar los acuerdos puntuales. Eso es lo que va a ensayar en los primeros contactos que va a mantener, según ha afirmado, a partir del 5 de junio "en función de los resultados del 28-M de mayor a menor representación en la Cámara autonómica".
Las generales del 23-J
En la Junta Directiva Extraordinaria celebrada en la tarde-noche de ayer por el PP valenciano Mazón insistió en que "buscaré un gobierno estable desde el diálogo".
En esa junta para analizar los resultados del 28-M se coló un nuevo argumento como es la convocatoria de las elecciones generales anticipadas anunciada ayer por Pedro Sánchez para el próximo 23 de julio. Para Mazón –que intentó restar importancia al anuncio del presidente del Gobierno– esa cita "será el momento de que los valencianos, alicantinos y castellonenses le expresen a Pedro Sánchez lo que opinan de su gobierno y seguir con el cambio que ha comenzado en la Comunidad Valenciana para evitar el ninguneo y el maltrato al que nos ha sometido el sanchismo".
Feijóo escuchará a los líderes autonómicos
La política de pactos que se lleve ahora a nivel autonómico puede afectar y mucho a las elecciones generales que se celebran dentro de 55 días. Las fuentes consultadas por Vozpópuli en la dirección nacional aseguran que el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, "respetará la estrategia de los presidentes autonómicos del PP".
De hecho, en la Junta Directiva nacional prevista para hoy Feijóo quiere "escuchar" los argumentos de sus líderes territoriales sobre cómo encarar la legislatura y con qué apoyos. Por parte de la dirección regional del PP valenciano se están analizando todos los escenarios pero aseguran que "siempre serán consensuados con la dirección nacional".
Aunque Mazón se dirigió a sus compañeros intentando que las generales no sean una piedra en el camino de su investidura, lo cierto es que sí lo será porque a corto plazo es difícil que se llegue a un acuerdo y esa demora en su llegada al Palau de la Generalitat no era un escenario previsto antes del anuncio de Sánchez.
En la reunión de ayer también acordó el presidente del PP valenciano mantener el mismo equipo de campaña nombrado para las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo, para el reto de las generales el 23-J. Miguel Barrachina será, de nuevo, el director del citado equipo que estará coordinado por Juanfran Pérez Llorca, la persona clave en las negociaciones con los diferentes partidos políticos.
En esa tarea le acompañarán los tres presidentes provinciales, Vicente Mompó, Toni Pérez y Marta Barrachina (que será la primera mujer en presidir la Diputación de Castellón), mientras que el propio Miguel Barrachina será el interlocutor con los grupos parlamentarios.
El PSOE no piensa abstenerse
Mazón intentará que el PSOE valenciano, veremos sin con Ximo Puig como líder (o no llegará a recoger el acta de diputado) se incline hacia la abstención, pero fuentes socialistas admiten que esa posibilidad hoy en día es "prácticamente imposible". Es la misma posición que exhibirá –la de votar en contra de Mazón– la coalición nacionalista Compromís que encabeza Joan Baldoví.
El cuarto actor en el Parlamento autonómico valenciano es Vox. La estrategia no parece haber cambiado por parte de su líder autonómico, Carlos Flores, quien exigiría entrar en el Gobierno autonómico de Mazón con una vicepresidencia a cambio de apoyar la investidura del líder del PP valenciano.
2 votaciones y 2 meses extra
Con estas posiciones de partida la hoja de ruta más factible que propondrá Carlos Mazón es la de acudir a la primera votación en el pleno de investidura las Cortes con el apoyo de los 40 diputados del PP.
Las Cortes se constituirán el 26 de junio y después de eso habrá 12 días hábiles para que los grupos presenten a sus candidatos y después el presidente de la Cámara tendrá entre 3 y 7 días para fijar el pleno de investidura.
Si en esa primera votación (que coincidiría con la última semana de la campaña electoral de las generales) no se facilitara la investidura de Mazón –necesita 50 diputados que marcan la mayoría absoluta de la cámara–, habría una segunda votación 48 horas después en la que necesitaría la mayoría simple, requisito que tampoco se cumpliría si ningún otro partido del hemiciclo se abstiene o le apoya.
Sería en ese caso en el que se abriría un nuevo plazo de dos meses para intentar que saliera adelante un candidato y llegado el caso, superado ese trámite sin acuerdo, disolver las Cortes.
En esos dos meses de prórroga después de la segunda votación ya se habrían celebrado las elecciones generales previstas para el 23 de julio, por lo que los pactos autonómicos, como es el caso de la Comunidad Valenciana, ya no tendrían incidencia directa en la estrategia de la campaña nacional que vaya a seguir Alberto Núñez Feijóo en su camino hacia la victoria que le pueda llevar a la Moncloa.
Los ayuntamientos, el 17 de junio
En el caso de los ayuntamientos la urgencia de los pactos es distinta por que el PP el 17 junio obtendrá la vara de mando en las principales ciudades de la región sin necesidad de acuerdos con Vox porque la lista más votada es la de los populares y no necesita ese apoyo en el pleno de investidura. Cuestión distinta es cómo luego se desarrolle la legislatura con pactos puntuales en la gestión.