Comunidad Valenciana

Puig y Mazón libran la 'batalla' de Valencia para conquistar a uno de cada cinco votantes

Los dos grandes partidos se juegan la Generalitat en la capital del Turia donde el censo, aún sin cerrar, ha crecido en 27.000 votantes respecto a 2019

  • El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con Carlos Mazón, líder del PP en la Comunidad Valenciana -

La serie histórica electoral evidencia que la ciudad de Valencia siempre ha desempeñado un papel fundamental en el resultado final de las elecciones autonómicas, tanto en la era donde el bipartidismo era indiscutible, como en la de los pactos multicolor que se han impuesto en las instituciones valencianas, especialmente en las dos últimas convocatorias.

Es por ello, que el camino para conseguir una mayoría suficiente que sustente el gobierno de la Generalitat ya ha empezado a recorrerse con paso firme por parte de los contendientes. Todos observan de reojo como hoy cae la hoja del calendario de agosto y los comicios autonómicos se sitúan a nueve meses de su celebración –salvo que el actual presidente valenciano, Ximo Puig, active un inesperado adelanto electoral que ya nadie contempla– .

En la capital del Turia se concentra gran parte del esfuerzo de los dos partidos mayoritarios, con Ximo Puig y Carlos Mazón a la cabeza, así como de aquellos que quieren salvar los muebles dentro del parlamento autonómico y aspiran a convertirse en socios necesarios para conformar el gobierno autonómico como es el caso de Compromís, Podemos y Vox.

No es fruto del azar que socialistas y populares hayan comenzado a librar una 'batalla' en la urbe, que ahora gobierna a nivel local Compromís, sino que están obligados a ello por un censo electoral que refleja (a fecha de 1 de julio pasado) que en Valencia se emitirán uno de cada cinco votos en las próximas elecciones autonómicas.

El censo electoral en la citada fecha, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), confirma que en Valencia ciudad tendrán derecho a depositar su papeleta un total de 608.279 ciudadanos, lo que supone un incremento de 27.000 respecto al censo que se registró en la ciudad para las últimas elecciones autonómicas valencianas celebradas el 28 de abril de 2019.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) establece que el censo vigente para las elecciones será el cerrado dos meses antes de la fecha de convocatoria. En el caso de las autonómicas valencianas el censo quedará cerrado, salvo adelanto electoral, en febrero de 2023.

A nivel autonómico el censo registrado hasta julio era de 3.707.284 personas, de las que 1.984.565 correspondían a la provincia de Valencia; 1.295.672 a la de Alicante; y las 427.047 restantes a la de Castellón.

El PP de Mazón, con mejores perspectivas

La cita de 2019 llegó en un momento de incertidumbre para el PP y el fantasma del cambio de hegemonía en el centro derecha español planeó sobre los populares con la irrupción-confirmación de Ciudadanos como rival en la lucha por un electorado compartido. De hecho, en la ciudad de Valencia, los naranjas obtuvieron algo más de 85.000 votos en las elecciones autonómicas frente a los poco más de 83.000 de los populares, guión que no se repetiría en las locales donde el PP mantuvo su hegemonía, aunque no le sirviera para gobernar.

Apenas tres años y medio después de aquella fotografía la hemorragia de C's es incuestionable y es un vector común en todos los estudios demoscópicos, por lo que el PP ahora presidido por Carlos Mazón goza de mejores perspectivas que su antecesora en el puesto, Isabel Bonig. En la ciudad de Valencia buena parte de los votos que obtuvo la formación de Albert Rivera y que ahora dirige Inés Arrimadas llegaron procedentes de 'desencantados' del PP y también un bocado nada despreciable de antiguos votantes del PSOE.

Por ello, Mazón sabe que llegar a la Presidencia de la Generalitat puede pasar en un porcentaje elevado por recuperar en la ciudad de Valencia votos que fueron a C's y que en esta ocasión buscarán otro refugio o se dirigirán a la abstención. Su número dos en el partido, María José Catalá, también dan por hecho en el PP que será la candidata en la ciudad. Esa dualidad ha permitido a Mazón aunar esfuerzos en Valencia tanto desde el flanco institucional, que Catalá desempeña como portavoz del Grupo Popular Municipal ,como desde la siempre complicada vertiente orgánica.

Mazón y Catalá tienen pues un reto mayúsculo en la capital del Turia. El primero porque sin un gran resultado en Valencia no podrá ser presidente –ni él ni ninguno de los candidatos que 'pinchen' en esa circunscripción– y la segunda porque en esta ocasión autonómicas y locales irán de la mano y es difícil que el votante discrimine papeletas en función del ámbito de la elección, a diferencia de 2019 donde autonómicas y locales se celebraron con un mes de distancia.

Las ayudas a los jóvenes en la vivienda, la bajada de impuestos, la libertad educativa, la defensa de las tradiciones, la mejora en la gestión medioambiental y la recuperación de la colaboración público-privada en diversos sectores están a la cabeza de las prioridades del PP en este arranque del último curso político de la legislatura.

Ximo Puig, sin margen de error

El presidente autonómico, por su parte, encara la 'batalla' de Valencia sin el viento de cola que empujó a la segunda edición del Pacto del Botànic (PSPV-Compromís-Podemos) a liderar otra legislatura del Gobierno autonómico y buena parte de las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana.

Ximo Puig quiere recuperar el terreno perdido después de la convulsa salida de su vicepresidenta, Mónica Oltra, del Palau de la Generalitat y de la sombra de la sospecha que se cierne sobre las ayudas públicas recibidas por el hermano del presidente.

En la ciudad de Valencia Sandra Gómez lleva un clara delantera para ser la candidata socialista y, por tanto, la cara del partido que intentará ayudar a Puig a revalidar el triunfo y mantener los 88.000 votos que aportó el PSPV de Valencia a la candidatura autonómica en 2019 o crecer algo más a costa de C's. La gestión desgasta y parece que los valencianos empiezan a mirar otras opciones políticas después del deterioro en materia de seguridad, limpieza y los conflictos en cuanto a la movilidad.

Gómez, por si acaso, ha comenzado un calculado despegue de su socio de gobierno, Compromís, en un intento de liderar el espacio de izquierda que se le resiste demasiados años al PSPV en la capital del Turia y para ello está diferenciando a gestión en las áreas gobernadas por los socialistas y dejando entrever que es mucho más centrada que la de los nacionalistas que encabeza Ribó.

Compromís, en horas bajas y pendiente de Ribó

La coalición nacionalista Compromís –integrada por tres partidos (Més -antiguo Bloc-, Iniciativa y Verdes)– pasa por su momento más complicado desde que se presentó como alternativa al bipartidismo de la mano de Mónica Oltra, entre otros liderazgos, y consiguió hacerse hueco en el panorama político valenciano tomando el relevo del último partido de corte nacionalista (aunque en aquel caso más a la derecha del PP) como fue la Unió Valenciana del fallecido Vicente González Lizondo.

Y es en la provincia de Valencia, con mayor intensidad en la capital del Turia, donde se medirá la profundidad de la crisis que ahora se atisba pero que en función de los resultados electorales que ya asoman en el horizonte puede suponer un antes y un después de la formación.

Con Mónica Oltra fuera del tablero político, a expensas de su declaración ante el juez el próximo día 19, referentes como Enric Morera (presidente de las Cortes); Joan Baldoví (diputado nacional); Aitana Mas (vicepresidenta autonómica que sustituyó a Oltra); o Joan Ribó (alcalde de Valencia) tienen el 'deber' de mantener a flote a Compromís.

El encargado de dar un paso adelante para decidir si se presenta o no a la reelección a la Alcaldía de Valencia es Joan Ribó. Ha pasado gran parte de la legislatura en un incomprensible segundo plano, escudado en sus principales colaboradores, y con el claro objetivo de sortear el desgaste de la gestión de la crisis sanitaria y la económica.

Después del verano comunicaré si me presento o no"Joan Ribó

En una de sus últimas intervenciones antes de las vacaciones estivales Ribó aseguró que "después del verano comunicaré si me presento o no", y ese momento ha llegado. Si finalmente se decanta por continuar deberá ayudar a Baldoví (casi seguro que será el candidato autonómico) a no perder muchos de los más de 94.000 votos que la coalición aportó desde la capital del Turia a la candidatura autonómica en 2019.

Vox, por su parte, parece tener una parroquia fiel a día de hoy y en las encuestas no sufre fugas masivas. Quien sí deberá vigilar si mantiene o no su representación en la ciudad y en el parlamento autonómico es Podemos, ya que a nueve meses de las elecciones no está garantizado. Estas dos formaciones dependerán del tirón de la marca y de la impronta de sus líderes nacionales, ya que los candidatos autonómicos estarán fuertemente condicionados por las directrices de aquellos.

Más votantes que Alicante, Castellón y Elche juntos

La apuesta por Valencia no es una cuestión nueva pero sí la intensidad con la que se están desarrollando las visitas y actos esta legislatura por parte de los dirigentes nacionales y que revela que es la clave para gobernar la autonomía. Ya en la era de Pablo Casado los populares apostaron por realizar una convención nacional icónica en la plaza de Toros (3 de octubre de 2021) que pretendía poner la primera piedra de la remontada del PP en las encuestas, aunque nadie podía sospechar la gravedad del cisma en el partido que llegaría a los pocos meses.

También Pedro Sánchez ha querido fijar en Valencia su interés por retener una autonomía referente en España después del sonoro batacazo en Andalucía. En la capital del Turia celebró el PSOE el 40 comité federal (15 al 17 de octubre de 2021), en un intento de 'tapar' el éxito que tuvo en su momento la convención popular.

Y hasta Yolanda Díaz se dejó ver el 13 de noviembre pasado por la ciudad para iniciar su proceso de 'escucha activa' de la ciudadanía junto a Ada Colau, Mónica Oltra, Mónica García y Fátima Hamed en un embrión político que a día de hoy no tiene una concreción pero que puede desembocar en alianzas puntuales y transversales.

Y es que Valencia aglutinará más votantes dentro de nueve meses que las ciudades Alicante (252.656); Elche (174.929); y Castellón (122.356) juntas, que suman un total de 549.941 ciudadanos con derecho a voto en el censo de julio pasado.

Al margen de las cuatro ciudades mencionadas anteriormente el 'top 20' de municipios que tendrán más votantes para las elecciones autonómicas lo completan Torrente (61.824); Gandía (53.113); Paterna (51.806); Sagunto (51.253); Alcoy (46.890); San Vicente del Raspeig (45.180); Orihuela (44.833); Torrevieja (43.932); Benidorm (43.844); Elda (42.069); Denia (41.733); Villarreal (36.888); Alzira (34.216); Mislata (33.286); Burriana (24.709) y La Vall de Uixó (24.594).

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