Entre las bambalinas judiciales del Partido Popular, el nombre de la agencia de detectives Mira es de sobra conocido desde tiempos turbulentos. Hoy sale a la luz después de que un ‘fontanero’ del partido supuestamente contactase con ellos para tratar de probar la posible relación del hermano de Isabel Díaz Ayuso en la adjudicación de un contrato para la compra de mascarillas en los peores compases de la pandemia. También se habría estrechado el cerco en torno a su exmarido y su expareja, según publica El Confidencial. Pero quienes echan la vista atrás recuerdan que esta misma empresa ya fue protagonista en el caso de espionaje en Colombia al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
El PP de la Comunidad de Madrid atravesaba un momento marcado por la convulsión, tanto política como judicial. La agencia Mira fue acusada de estar detrás de las indagaciones en torno a los movimientos de Ignacio González en Colombia en el año 2008, cuando aún era vicepresidente del Gobierno regional. Julio Gutiez, al frente de la agencia de detectives, declaró por estos hechos.
El escándalo tuvo consecuencias políticas inmediatas, toda vez que se acusó al empresario Juan Miguel Villar Mir y por el extesorero del PP Álvaro Lapuerta de urdir la trama. Al cúmulo de acusaciones, declaraciones judiciales y pesquisas policiales se le conoció por un nombre, el caso espías.
La agencia Mira estuvo igualmente vinculada a otros episodios mediáticos. El expresidente del Real Madrid Ramón Calderón desveló un dosier supuestamente realizado por los detectives de Mira sobre su trayectoria y negocios, así como los de su familia. Calderón acusó también a Villar Mir de encargar las pesquisas.
Paralelismos
Ha pasado más de una década desde entonces, pero el nombre de la agencia de detectives vuelve a ocupar los focos mediáticos. ¿El motivo? Sería la empresa a la que acudieron desde el propio Partido Popular para monitorizar los movimientos de Tomás Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, para intentar probar su relación con la adjudicación de un contrato para el suministro de mascarillas. Y también, según apunta El Confidencial, a su exmarido Sergio Hernández-Torre, y a su exnovio, Jairo Alonso, los dos empresarios.
Los paralelismos son inevitables y la música suena antigua. De nuevo se repite la misma acusación sobre un supuesto caso de espionaje desde el núcleo del PP a dirigentes del partido en la Comunidad de Madrid. El nombre que sonó entonces fue el de Ignacio González, pero ahora es el de Isabel Díaz Ayuso.
El objetivo sería idéntico: buscar trapos sucios para intentar desgastar la figura política del investigado. Vozpópuli apuntó en esta dirección el pasado mes de noviembre. Y el denominador común se sostiene en la misma empresa de detectives, aunque ahora se niega que llegase a ejecutar ninguna labor de espionaje.
La aproximación a los detectives para seguir el rastro del hermano de Ayuso, según adelantó el diario El Mundo, se habría hecho desde la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo del Ayuntamiento de Madrid. El alcalde del consistorio, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado este jueves que depurará responsabilidades ante cualquier “indicio” de “conducta no ejemplar” ante este episodio.
Isabel Díaz Ayuso, por su parte, ha acusado a Génova de urdir un "ataque cruel e insensato" contra su persona. La dirección del partido, por su parte, ha abierto un expediente informativo a la presidenta regional. Guerra de trincheras en el seno del PP.