El gestor de la fortuna del rey Juan Carlos I en Suiza, Arturo Fasana, se desplazaba personalmente a un dúplex de lujo que compartían el emérito y Corinna Larsen para entregar al monarca grandes cantidades de dinero en metálico.
En concreto, Fasana acudía a un inmueble que compartieron Juan Carlos y su 'amiga' entre los años 2009 y 2012 que se situaba en Villars-sur-Ollon (Suiza).
En total, entre octubre de 2008 y marzo de 2012, se retiró dinero de la cuenta bancaria de la Fundación Lucum por valor de 5,5 millones de euros.
Esta es una de las declaraciones que se recoge de lo dicho por Fasana al fiscal de Ginebra Yves Bertossa en septiembre de 2018, a la que ha tenido acceso 'El Español'.
Fasana fue nombrado por Juan Carlos I como administrador de la Fundación Lucum, creada en el año 2008 para recibir cien millones de dólares de Arabia Saudí. Un dinero que, según el monarca, era un "regalo" del rey del país asiático Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd, fallecido en 2015.
Fasana aseguró ante Bertossa que no existía documentación que acreditase la donación del rey de Arabia Saudí al emérito
El fiscal suizo está investigando el origen de esa cantidad de dinero y si fue, como sospecha, una comisión pagada por el consorcio de empresas españolas que resultaron adjudicatarias del contrato para la construcción del AVE a La Meca.
Sin documentación "oficial"
Además, este martes también se ha hecho público que el gestor durante años de la fortuna que se atribuye a Juan Carlos en Suiza, aseguró ante Bertossa, que no existía documentación que acreditase la donación del rey de Arabia Saudí al emérito.
Según Fasana, a él no le constaba que el emérito hubiese declarado al fisco los fondos de la Fundación Lucum y admitió que no había documentación "oficial" que demostrase que los cien millones de dólares fuesen un "regalo".