España

La España real se vuelca con Leonor antes de que Sánchez pacte con quienes quieren tumbar la monarquía

Exaltación monárquica y constitucional tanto en las calles de Madrid como en el Congreso en el acto de jura de la Constitución de Leonor de Borbón como heredera al trono

  • La princesa Leonor jura la Constitución ante la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y los reyes de España. -

La España real ha reafirmado este martes su compromiso inequívoco con la Corona como garante de la unidad y la permanencia del Estado. La jura de la Constitución de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, en el día de su 18 cumpleaños se ha convertido en un acto de exaltación monárquica y constitucional en un momento de zozobra institucional en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dispone a pactar con todos los partidos -todos- que quieren tumbar lo que representa Leonor y los reyes.

Pero esos pactos, que incluyen la amnistía para el prófugo Carles Puigdemont, han quedado sepultados bajo el fervor de Madrid y una ceremonia tan solemne como emocionante dentro y fuera del hemiciclo. Las calles de la capital española se han volcado con el breve recorrido de la princesa, de blanco para la ocasión, entre vivas a los reyes y su heredera y felicitaciones de cumpleaños -el cumpleaños feliz se ha escuchado varias veces a su paso-. El Rolls de cristales transparentes con Leonor y su hermana la infanta Sofía, junto al colorido rojigualda de las banderas nacionales repartidas por el centro de la ciudad y los balcones atestados de gente entre la calle Mayor y la Carrera de San Jerónimo han conformado una estampa casi más británica que española. En el buen sentido británico de la tradición.

Cuatro minutos de ovación a Leonor

La emoción también se ha sentido con fuerza en las Cortes Generales. Nadie ha echado de menos a los ausentes, socios y aliados del actual Gobierno. Al breve juramento de la princesa, que le confirma como heredera al trono al cumplir la mayoría de edad, le ha seguido una ovación de cuatro minutos de diputados y senadores que ha humedecido los ojos del Rey.

Felipe VI parece ser el único representante del Estado con un mínimo de sentido institucional. Así se lo ha agradecido la gente de Madrid. Y los representantes electos de la soberanía popular en el Congreso y en el Senado.

Los aplausos y los vivas a la Corona en medio de los aplausos han puesto el colofón a este acto. En las tribunas de invitados había presidentes de comunidades autónomas y todos los ex presidentes del Gobierno vivos de la democracia: Felipe González y José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, entre otros muchos invitados.

El único precedente que teníamos de este juramento fue el de Felipe VI hace 37 años. Entonces como ahora, todo ha sido calculado al milímetro y ha salido como se esperaba. Ha habido colorido en las calles y en el Congreso. Y el acceso al público en general se ha cortado lo suficientemente lejos del Palacio del Congreso para que no se escuchase un solo silbido, algo a lo que ya está acostumbrado Sánchez.

Armengol: ley para todos... menos para Puigdemont

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha tomado el juramento a la princesa. Su discurso, el único que se ha escuchado en las Cortes, ha estado plagado de referencias a los valores de la democracia y la Constitución. Y, por supuesto, a la agenda del Gobierno de coalición: cambio climático, igualdad de género y "España plural y diversa".

Tampoco ha desaprovechado la ocasión para utilizar el catalán, el gallego y el euskera citando versos de tres poetas. Un guiño a los ausentes y a esa mayoría de investidura que está a días de hacer presidente a Sánchez. Lo más llamativo de la intervención ha sido su defensa de la igualdad de todos los españoles ante la ley, cuando el propio presidente del Gobierno ha admitido que se va a saltar ese principio con Puigdemont para repetir como jefe del Ejecutivo.

"Todos y todas, sometidos al Derecho, servimos los valores de la Constitución", ha dicho. "No hay poder que tenga capacidad fuera de nuestro gobierno de leyes".

Fuera de la ley o con una ley ad hoc queda Puigdemont, reinvestido como president por el PSOE. La amnistía, según Sánchez, es un sacrificio a favor de la convivencia y de pasar no se sabe muy bien qué página. La del 2017, que el de nuevo 'president' recordó a sus interlocutores del PSOE en la reunión del lunes en Bruselas con esa gigantesca foto del 1 de octubre que Santos Cerdán no pudo ocultar.

González, abiertamente crítico con la amnistía, no ha podido reprimir la ironía a la hora de censurar la foto del lunes en Bruselas. "Quedaron muy apropiados", ha bromeado el ex presidente socialista, que estaba en La Moncloa cuando Felipe VI hizo su juramento en 1986. "Hace 37 años estaba yo ahí. Y ninguno de los ausentes votarían la Constitución hoy", ha añadido.

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