Pedro Sánchez baila al ritmo de Marruecos. El encuentro con Mohamed VI no solo ha tenido graves consecuencias a nivel diplomático con Argelia, aquella reunión también sirvió para dejar en mal lugar a España al aparecer la bandera al revés y generar una gran polémica a nivel nacional.
Ahora, tras una pregunta parlamentaria presentada por Vox, desde Moncloa reconocen que no se revisó el lugar donde posteriormente tendría lugar el encuentro, puesto que las autoridades marroquíes se lo impidieron.
En respuesta a la pregunta presentada por los diputados de la formación que lidera Santiago Abascal, el Gobierno reconoce haber solicitado a Marruecos que el equipo de Avanzada, unidad que acompaña a Sánchez en sus desplazamientos velando por su seguridad, realizara una "una visita ténica previa" a los salones de la residencia privada de Mohamed VI, recibiendo una negativa por parte del anfitrión.
"Siendo un espacio privado real, no fue posible realizar la visita técnica previa a pesar de haber sido solicitada por el equipo de Avanzada para poder comprobar la disposición de la sala quedando por tanto en manos del servicio real marroquí como anfitrión de la cena", apunta Moncloa en su respuesta.
En esta línea y con el propósito de rebajar la tensión, el Gobierno,en el texto al que ha tenido acceso Vozpópuli, apunta que una vez finalizada la cena "el servicio real marroquí pidió disculpas y manifestó que se trató de un error involuntario".
Respuesta Parlamentaria Mar... by Vozpópuli
Cabe recordar que, en lenguaje bélico, colocar una bandera nacional al revés se cosidera una rendición ante el enemigo.
Un polémico encuentro entre España y Marruecos
La reunión entre el presidente del Gobierno y el rey de Marruecos, Mohamed VI, se trató del primer encuentro tras las tensiones entre ambos países y, sobre todo, fue el primer cara a cara entre los dos después de que Sánchez considerara la propuesta de autonomía marroquí respecto al Sahara Occidental como "la base más seria, creíble y realista" para la resolución de la disputa entre ambos países.
Este cambio de rumbo que Pedro Sánchez tomó hace casi tres meses supuso una reactivación de las relaciones entre España y Rabat pero desencadenó una furiosa respuesta por parte de Argelia, que ya llamó a filas a su embajador en Madrid y que se saldó con la ruptura del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España y con la congelación de las “transacciones comerciales actuales” entre ambos países.
No obstante, el Ejecutivo español evita reconocer que su cambio de postura con respecto al Sáhara Occidental fuera el motivo de la airada reacción por parte del Gobierno argelino, llegando a vincular la decisión de Argelia a su cada vez más estrecha relación con Rusia. Para la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, este es el verdadero causante de la suspensión de relaciones anunciada la semana pasada por Argel. Para la ministra Calviño Argelia está "cada vez más alineada con Rusia", por lo que ha reconocido no estar sorprendida con su nuevo posicionamiento.
