Moncloa hará tres ofertas pero sólo aspira a dos acuerdos, como mucho. El Ejecutivo no cuenta con el PSOE para sacar adelante la reforma de las pensiones pero sí confía en que los socialistas se abstengan en las modificaciones que pretende aprobar antes de final de año, según fuentes próximas a Mariano Rajoy, tal y como el PP se abstuvo en la reforma aprobada en 2006.
El PP votó contra la última reforma de pensiones que calificó de “inoportuna, desorientada e injusta"
Los socialistas recuerdan, sin embargo, que el PP votó en contra de la modificación que sacó adelante el Gobierno Zapatero en 2011. Alfredo Pérez Rubalcaba ya ha advertido públicamente al que el PSOE no apoyará ninguna modificación que no cuente con el apoyo de los sindicatos. Entonces, el portavoz de los populares en el Pacto de Toledo, Tomás Burgos, tildó la reforma de “inoportuna, desorientada, imprecisa e incoherente", criticó el retraso en la edad de jubilación a los 67 años y aseguró que la norma se aprobaba "de emergencia y con prisas" haciendo el sistema "más injusto".
Por el contrario, el Gobierno sí confía en un pleno acuerdo en torno a la negociación con la Unión Europea. De hecho, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba han intensificado sus contactos en los últimos días, según fuentes de Moncloa, que aseguran que “sólo habrá reunión pública entre el Presidente y el líder de la oposición para escenificar el acuerdo”.
El tercero de los pactos para la reforma de la administración local es el verdadero terreno de la incertidumbre política. Los populares hablan de posibilidades pero el Plan Nacional de Reformas remitido a Bruselas contempla 8.000 millones de recortes en los próximos dos años, algo difícilmente asumible por la oposición.
Los negociadores: Sáenz de Santamaría y Valenciano
Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba serán los que negocien directamente los pactos en torno a la Unión Europea. De hecho, esos contactos están produciéndose ya. Alfredo Pérez Rubalcaba telefoneó al Presidente antes de su reunión el líder de los socialistas alemanes, Sigmar Gabriel, el pasado 5 de junio. Según el propio líder de la oposición, preguntó a Rajoy si quería que transmitiera algún mensaje e intentó coordinar una posición política común “para demostrar a la UE que la posición del Gobierno frente a la austeridad tiene detrás al país”, asegura Rubalcaba. Esos contactos se han repetido desde entonces y se sucederán de cara a los encuentros que Rubalcaba tiene previsto realizar con otros líderes europeos.
Pero los otros dos frentes de acuerdo, pensiones y reforma de la administración local, serán negociados por los números dos: Soraya Sáenz de Santamaría y Elena Valenciano serán las encargadas de pactar posiciones en los asuntos que con menos posibilidades de acuerdo.
Los contactos no seguirán una agenda –aseguran fuentes de Moncloa—y sólo se oficializarán si hay posibilidades de acuerdo.