ERC ya ha trasladado al PSOE que se abstendrá en la investidura de Pedro Sánchez, según ha podido saber Vozpópuli. Y el presidente, que cumple 234 días en funciones este miércoles, podrá formar Gobierno en las próximas semanas.
El partido separatista no hará público el anuncio hasta dentro de unos días. ERC esperará a que el Tribunal de Luxemburgo sentencie sobre la supuesta inmunidad de Oriol Junqueras como eurodiputado y a la celebración de su congreso este próximo fin de semana.
Mientras tanto, el PSOE ha activado toda la maquinaria para la celebración del debate de investidura. Sánchez no descarta fijarlo la última semana de diciembre, justo después de Navidad pero antes del Año Nuevo, entre el 26 y el 30 de diciembre. Sin embargo, tampoco es imposible que la investidura se traslade a mediados de enero, después de las fiestas. Las dos opciones son ahora mismo viables, dicen varias fuentes consultadas por este diario.
Mesa de negociación Gobierno-Generalitat
Los detalles del acuerdo que han alcanzado PSOE y ERC son una incógnita. La formación republicana ha pedido una mesa de negociación bilateral Gobierno-Generalitat para resolver el "conflicto político" en Cataluña. Sin embargo, no está claro si habrá una mesa o varias y qué se debatirá en las mismas.
Sánchez se comprometió a hacer público el acuerdo con ERC, pero ha sido impreciso sobre los límites del diálogo, que ha fijado algunas veces en la Constitución y otras en el concepto deliberadamente confuso de la "seguridad jurídica". ERC ha dicho que planteará el ejercicio del derecho de autodeterminación de Cataluña. Es decir, un referéndum legal sobre la independencia de esta comunidad.
Sánchez ha iniciado este martes el deshielo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al que se negaba a responder al teléfono hace sólo unas semanas. El jefe del Ejecutivo ha aceptado entrevistarse personalmente con Torra en cuanto haya Gobierno.
Y sobre sus demandas de independencia, Moncloa ha precisado que "estamos en un Estado social y democrático de Derecho y que defiende plenamente la independencia de la Justicia".
"La voluntad de Pedro Sánchez es encontrar una respuesta a esta crisis política", ha dicho el entorno del jefe del Ejecutivo.
Un relato para la investidura
Fuentes conocedoras de la negociación aseguran que tanto el PSOE como ERC están ahora inmersos en una liturgia de gestos que conducirá al acuerdo. Sánchez ha empezado a tejer el relato de su investidura. Y no sólo con la llamada a Torra, que era imprescindible.
Al líder del PSOE le interesaba visualizar que la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con PP y Ciudadanos no le ha dejado más alternativa que buscar a ERC y otras formaciones nacionalistas para poner el país en marcha. Tanto Inés Arrimadas como Pablo Casado lo niegan. Y sostienen que Sánchez eligió libremente a sus socios la misma noche electoral del 10-N.
ERC, por su parte, no quiere hacer cesiones antes de su congreso y de la cuestión judicial que afecta a Junqueras. Los equilibrios en el partido independentista son muy delicados. Y sigue habiendo un sector que reniega de la posibilidad de facilitar la gobernabilidad a Sánchez.
No obstante, las tesis más pragmáticas han terminado por imponerse. La aprobación de los Presupuestos en Cataluña garantiza que no habrá elecciones autonómicas a corto plazo. Y ERC aspira a capitalizar la debilidad del Gobierno de coalición de Sánchez y Pablo Iglesias.
Como parte de esa liturgia, el presidente en funciones ha tratado de calmar al resto de presidentes autonómicos y a sus barones más críticos. Ha llamado a todos uno por uno y se ha comprometido a convocar una cumbre anual de presidentes, en la que quiere abordar cuestiones pendientes como la financiación.
