El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea al que pertenecen Podemos y EH Bildu se posicionó en contra del informe final de la comisión especial de Injerencia Extranjera y Desinformación del Parlamento Europeo de Injerencia Extranjera y Desinformación (INGE, por sus siglas en inglés) que denuncia las campañas de desinformación de Rusia y acusó a la OTAN de "injerencia extranjera". La votación del documento se produjo a finales de enero y este martes se vota junto con las enmiendas en el pleno de la Eurocámara.
En junio de 2020, en plena pandemia, el Parlamento creó la citada comisión para evaluar el nivel de las amenazas por parte de potencias extranjeras que intentaban interferir en las instituciones y en los procesos democráticos de la UE y sus Estados miembros. Se trataba de investigar las campañas de desinformación en medios tradicionales y sociales para moldear la opinión pública; los ciberataques dirigidos a infraestructura crítica; el apoyo financiero directo e indirecto y la coerción económica de actores políticos y subversión de la sociedad civil.
"Nuestra comisión tiene un deber, una responsabilidad histórica, que es proteger el marco común de nuestro debate: nuestras democracias. Y esto es lo que pretendemos hacer", advirtió entonces el presidente del órgano, Raphaël Glucksmann.
Informe crítico con Rusia y China
Ahora, en medio de la invasión a Ucrania y en pleno debate sobre la suspensión de las emisiones en Europa de la agencia rusa Sputnik y la cadena Rusia Today, el Parlamento Europeo votará las recomendaciones presentadas en el informe final de la comisión. Y en las que Rusia y China salen muy mal parados. También se prevé que la Eurocámara trate cómo la ausencia de medidas y de concienciación en este ámbito afectan a la democracia europea, y que propongan medidas como sanciones o revocación de licencias a las organizaciones que distribuyen propaganda estatal extranjera.
La posición del eurogrupo al que pertenece Podemos ya quedó reflejada a finales de enero -cuando aún no se había producido la invasión de Rusia- en la posición minoritaria que presentó su portavoz, Clare Daly. Un texto que carga contra la propia comisión del Parlamento Europeo y contra las conclusiones que se recogen en el documento final.
"Las injerencias extranjeras suponen un grave perjuicio social y merecen especial atención, pero no son nuevas ni se producen exclusivamente en Europa. Entre los ejemplos de injerencia en los procesos democráticos en la Unión, el más relevante y sistémico es el de grandes concentraciones de capitales, tanto extranjeros como europeos, que influyen en la elaboración de la legislación y la definición de políticas", señala la izquierda.
La mayoría en la Comisión INGE prefiere mantener una narrativa engañosa sobre una Europa víctima de adversarios geopolíticos malintencionados.
Este hecho -continúa el escrito del grupo de Podemos y EH Bildu- apenas ha sido reconocido por la mayoría en la Comisión INGE, que prefiere mantener una narrativa engañosa sobre una Europa víctima de adversarios geopolíticos malintencionados. "Se utilizó la investigación para exagerar la amenaza de la injerencia rusa y china, ignorar las causas materiales de la crisis de la legitimidad política en Europa, estigmatizar los desacuerdos con la política exterior oficial de la Unión y establecer motivos de seguridad para limitar la libertad de expresión y otros derechos fundamentales", denuncia.
La izquierda denuncia que carece de "objetividad"
Así pues, concluye la izquierda europea, el informe resultante carece de equilibrio y objetividad, ya que constituye en sí mismo desinformación. "El predominio en este informe de 'conocimientos especializados' procedentes de los grupos de reflexión atlantistas y de la OTAN, que presionan en favor de intereses que se benefician del conflicto, debe considerarse en sí misma una forma de injerencia extranjera. La orientación política a la que el presente informe vincula a la Unión supone un perjuicio grave y duradero para el carácter democrático de las sociedades europeas. Las generaciones futuras se arrepentirán de este documento", denuncia.
La posición minoritaria expresada por The Left ha sido denunciada este martes por otros eurodiputados como Maite Pagazaurtundúa (Ciudadanos), que ha asegurado que "ya se retrataron en la propia comisión INGE votando en contra del informe y también a la hora de votar la Resolución de condena a la invasión de Ucrania en el pleno extraordinario de la semana pasada". "¿Serán capaces Podemos, IU y Bildu de rectificar? En todo caso, tendrán que dar cuenta ante los ciudadanos sobre con quién están en la guerra contra Putin", ha emplazado a través de sus redes sociales en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania.
Vox, de votar en contra a abstenerse
El informe final de la comisión que hoy se votará en el Parlamento Europeo se saldó con 25 votos a favor, ocho en contra y una abstención. Además de la izquierda, el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé también votó en contra del texto final de la comisión aunque por motivos distintos: considera que estaba trufado de "ideología progre".
Según fuentes de Vox, entre los objetivos del informe estaba aumentar el presupuesto destinado a empresas que verifican la información en redes sociales "para imponer verdades oficiales y censurar la discrepancia". Según ha podido saber Vozpópuli, los de Abascal se abstendrán en la votación de esta tarde en el Pleno porque consideran que en el actual contexto de guerra el informe de la comisión INGE se está centrando más en la condena a la desinformación y la injerencia de Rusia que en el resto de apartados que contempla y con los que no estaban de acuerdo. Como las agencias verificadoras de noticias. Fuentes del partido quieren dejar claro que no están a favor de la injerencia de Rusia e insisten en que, pese a haber votado en contra del documento final a finales de enero, existen puntos con los que coinciden y cambiarán el sentido de su voto a la abstención.
"Regímenes como la Venezuela de Maduro o la Rusia de Putin atacan a nuestras naciones y se infiltran en nuestro sistema desde la financiación de Podemos hasta los contactos del Kremlin con los separatistas en Cataluña, pero también son injerencias extranjeras los lobbies que quieren cancelar nuestra cultura, nuestra religión y nuestro modo de vida y los que nos han hecho rehenes del gas ruso o argelino con su demencial transición energética. Los españoles lo sabemos bien porque tenemos al comunismo infiltrado en el Gobierno", ha comparado Buxadé este martes.