El Supremo rechaza el recurso de Marcelino Botín y ratifica la decisión de Hacienda de desestimar la pretensión del recurrente de que le fuese devuelto el dinero que ingresó en 2010 para regularizar el IRPF de 2005, alegando que cuando lo hizo había prescrito el derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria.

Se ha insistido mucho en que la manipulación nacionalista, regada con abundante dinero público, es lo que hoy amenaza la unidad de España. Pero no habríamos llegado hasta aquí si una parte relevante de la sociedad catalana no hubiera sucumbido al narcisismo.