El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, ha anunciado el retorno del servicio militar civil al país, con el objetivo de llegar a 10.000 nuevos reclutas hasta 2030. Con esta medida Kristersson trata de preparar a su población, lo que considera "urgente", en el marco de la invasión rusa de Ucrania.

"La autoridad de Protección Social y Preparación (MSB) se encargará de llevar a cabo los preparativos para la activación del deber civil para los servicios de rescate municipales", ha explicado en un comunicado el Gobierno sueco. El nuevo Gobierno ha asumido el cargo, dice su responsable de Defensa Carl-Oskar Bohlin, en un "momento difícil" y de crisis por la guerra de Ucrania.

Una Suecia que busca entrar en la OTAN y restablece de forma "muy urgente" el servicio civil

"Vamos a llevar a Suecia a la OTAN", ha aseverado además, en una reafirmación del rol en materia de defensa en Europa que quiere seguir el país, caracterizado hasta los últimos tiempos por su neutralidad. Ha aludido también a cómo el país ha asumido la presidencia de la Unión Europea hace apenas una semana. "Será una presidencia caracterizada por la guerra y la crisis".

Concretamente, el restablecimiento del servicio civil es un "tema muy urgente" para el actual Gobierno.

Cooperación con Washington

Por su parte, el ministro de Defensa, Pal Jonson, ha señalado que reforzarán la cooperación en Defensa con Washington. "Recientemente hemos iniciado negociaciones sobre esto con Estados Unidos. Estamos pasando de ser socios cercanos a aliados", ha expresado, según ha informado el diario 'Dagens Nyheter' y ha recogido Europa Press.

Ambos países se acercan así a través de un pacto conocido como "Acuerdo de Cooperación de Defensa" (DCA), que permitirá regular el estatus legal de los soldados estadounidenses en Suecia o medidas como la inversión en infraestructura o el almacenamiento de equipos de defensa.

Estados Unidos tiene acuerdos DCA similares con varios países. Finlandia también anunció en septiembre su intención de iniciar el proceso. Ambos países nórdicos han solicitado su ingreso a la OTAN, un proceso que ha sido frenado por Turquía, que a pesar de sus lazos con Rusia ha ejercido como una de las grandes mediadoras con Occidente en el conflicto.

Ankara se niega a admitir la entrada de estos dos países a la Alianza Atlántica hasta que no entreguen a todos los individuos acusados por pertenencia a organizaciones kurdas declaradas por el Gobierno turco como grupos terroristas, como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

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